Desoyó a su esquina e intercambió a golpes con la japonesa Shindo Go
Ya llegará el momento de poner en su lugar a Ava Night, advirtió
Jueves 11 de diciembre de 2014, p. a15
Durante algunos segundos, el título que ganaría la regiomontana Arely Muciño se tambaleó con el potente volado derecho que le conectó la japonesa Shindo Go. No lo vio. Tampoco le dolió. Sólo quedó descontrolada por lo que pudo arruinar sus aspiraciones de convertirse en campeona mundial mosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), el pasado sábado.
En la esquina, su entrenador y padre, Juan Muciño, le gritaba que se abrazara a la japonesa para que evitara recibir más castigo. Sin embargo, Arely pensó que la mejor manera de defenderse era el intercambio apasionado de golpes, a pesar de que estaba lastimada.
Los siete asaltos previos los había hecho de acuerdo con lo planeado. En el noveno y décimo también salió para cerrar con furia, pero el octavo casi le cuesta el título, recordó la peleadora regiomontana un día después de que el CMB le entregara su cinturón que la acredita como monarca de la división mosca, cetro que intentó arrebatar sin éxito a Mariana Juárez en 2012.
Cuando terminé la pelea me regañó mi papá. Debí hacerle caso, pero hice lo que pensé que era mejor. Eso no me dejó satisfecha
, dijo Muciño, quien ahora invirtió tres meses de entrenamiento que le ayudaron a corregir errores.
A diferencia de otros intentos, como cuando Ava Knigth me quitó el título mosca FIB, sólo había tenido una semana para prepararme. Y Con Mariana sólo tuve un mes de preparación
, recuerda.
Ambas situaciones surgieron porque las rivales en turno no pudieron enfrentar sus compromisos, así que Muciño fue emergente.
A eso agrega la inexperiencia. Esta vez lo fundamental para ella es que todo salió bien, pese a que en el octavo asalto la japonesa la puso en peligro.
No puedo decir que estoy conforme. Tuve fallas y no había necesidad de llegar a ese octavo episodio, la verdad es que me costó trabajo salir ganadora
, admitió.
No obstante, se relaja tras sobreponerse a una difícil prueba. Ahora empieza a hacer cálculos para el próximo año. Buscará consolidarse como campeona, pero tiene un par de asuntos pendientes.
Uno es luchar para que los promotores paguen mejor a las boxeadoras, porque la disparidad frente a los hombres es aún muy grande. En este deporte no se paga lo que deberían recibir las mujeres
.
El otro, explicó, es personal. Después de ganar el cetro ante la japonesa, contó que la estadunidense Ava Knigth hizo declaraciones para descalificarla.
Dijo que así como me quitó el título de la FIB, así me quitaría este del CMB
, sostuvo Muciño. Es una espinita poner en su lugar a Ava y ya llegará el momento
, concluyó.