La mayor virtud del campeón interino de los pesos medianos, el kazajo Gennady Golvokin, es también un obstáculo para saltar a la fama. El entrenador del monarca interino, Abel Sánchez, describe un inconveniente contra el que debe lidiar el joven, quien en octubre noqueó en dos asaltos al mexicano Marco Antonio Rubio.

Es difícil encontrarle un rival. Nadie quiere enfrentarlo porque tiene una pegada mortal con ambos puños. Las grandes figuras consideran que es demasiado riesgo y poco dinero el que recibirían porque a Golovkin lo que le falta es fama, dice el mánager.

El problema para mantener la carrera del kazajo, según Sánchez, es convencer a un rival que se atreva a enfrentarlo y que haya una oferta económica fuerte para que peleen. El promotor ha buscado campeones en su peso, incluso arriba o abajo de su división, pero madie quiere aceptar la bolsa que les han ofrecido.

Golovkin, de 32 años de edad, no ha perdido una pelea desde que se inició en el boxeo prefesional y se enfrentó al Veneno Rubio en calidad de campeón de la Asociación Mundial de Boxeo.

La noche del pasado 18 de octubre, cuando mandó a la lona al mexicano con un poderoso golpe descendente, el kazajo se convirtió en campeón interino y retador obligatorio para disputar el título absoluto, hoy en manos del puertorriqueño Miguel Cotto.

Sin embargo, éste podría enfrentar antes (en mayo) al mexicano Saúl Canelo Álvarez, por lo que Golovkin sería el rival de quien gane esa posible contienda.

“Cualquiera de los dos será un rival que ayudará a Golovkin a seguir en ascenso. El título que ganó a Rubio y la posibilidad de pelear ante Cotto o Canelo será el escalón que necesita”, dijo el mánager.

Golovkin, quien ayer recibió el cinto que lo acredita como monarca, no oculta su entusiasmo ante el futuro que le permitirá crecer en sus aspiraciones: “Respeto mucho a Cotto, es un gran campeón pero no tengo duda de que si peleamos le ganaré, o a quien enfrente el próximo año; en el camino puede estar Canelo”, dijo el kazajo.