Lunes 8 de diciembre de 2014, p. a10
Guadalajara, Jal., 6 de diciembre.
El homenaje preparado por Ofelia Medina a Julio Cortázar con motivo del centenario de su nacimiento hizo emerger cronopios y amores en una fábrica de chocolates convertida en teatro.
De tangos, cronopios y astronautas se estrenó la noche del viernes en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, en un montaje cuya dramaturgia surgió de los textos de Cortázar seleccionados por la actriz, directora y activista, quien con el número 43 en la espalda de su chamarra y la consigna en coro de vivos se los llevaron, vivos los queremos
aprovechó para vestir al homenaje de un final con un reclamo que, dijo, el propio Cortázar haría si no estuviera muerto.
El lugar escogido por Cultura UdeG, productora de la obra, fue una ex fábrica de chocolates ubicada en el barrio de Santa Teresita, en la capital jalisciense, que desde al menos dos años atrás funciona como foro cultural y que para la ocasión montó un escenario dividido e interactuante con el auditorio que llenó el lugar.
Textos del gran cronopio y de Medina
“Hace cinco o seis meses que se supo que en la FIL se realizaría un homenaje a Cortázar y yo sugerí que quería hacerlo. Ya he hecho varios montajes para la UdeG (como El placer de nuestra lengua)”, dijo Medina, entrevistada al finalizar la primera de tres presentaciones programadas entre viernes y domingo.
Dijo que más que los ensayos y la preparación, le llevó varios meses hacer el libreto.
Todos los textos son de Cortázar y míos. Son poemas que yo edité; es una dramaturgia a base de poemas y es la historia amorosa de Julio Cortázar. Son cuatro Julios y sus mujeres, la última, que muere, y poco tiempo después él fallece
, reseñó.
Explicó que escogió los poemas leyéndolos y leyéndolos y leyéndolos
o, como decía Cortázar, extrayuxtándolos y paramoviéndolos
, proceso en el cual además logró descubrir que el escritor argentino también compuso tangos.
Algunos de ellos, emanados de poemas y tocados por la orquesta dirigida por el argentino Juan Carlos Allende –quien trabajó con Chavela Vargas y forma parte de Los Macorinos– fueron El guante azul, La camarada y Tu piel bajo la luna, musicalizados por el chileno-francésss Edgardo Cantón.
La puesta en escena, que incluye también clases de tango para el público, cuenta con la participación de talento jalisciense, desde los actores hasta la escenografía, luces y sonido.
-¿Sólo tendrá estas tres presentaciones en Guadalajara o irán a otro lado?
–Esperemos que no, que vayamos a Buenos Aires.