A Lupita le gustaba planchar revela aspectos reflexivos sobre la naturaleza humana
Se adelantó a lo que pasa en el país, porque el personaje central se va a recuperar a Guerrero
Lunes 8 de diciembre de 2014, p. 7
Guadalajara, Jal., 7 de diciembre.
La nueva novela de Laura Esquivel, A Lupita le gustaba planchar, es una historia con múltiples lecturas, como un edificio de varios pisos, con una antiheroína como personaje principal y cuyas páginas revelan aspectos reflexivos sobre la naturaleza humana.
Estas son palabras de la editora Laura Lara y del escritor Antonio Velasco Piña durante la presentación del volumen publicado por Suma de Letras, que se realizó el sábado por la noche en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Por asuntos personales, la autora no pudo asistir, así que su voz se escuchó en la lectura que el músico Fernando Rivera Calderón hizo de algunos fragmentos de la novela.
El libro tiene distintos niveles, como si fuera un edificio de varios pisos. Toca muchos temas de diferentes maneras: es una novela negra que arranca con el asesinato de un delegado de la ciudad de México, y cuyo único testigo es esta policía de tránsito a la que esa situación le trae muchos problemas
, relató Laura Lara.
El segundo nivel es cuando Laura intercala pasajes que tienen que ver con la cultura prehispánica, pero vinculados a la trama de la novela y a Lupita. En el tercer nivel habla del alcoholismo, que en la época prehispánica se pagaba con la muerte, y cómo éste ha venido a descomponer a la realidad. Lupita es alcohólica
.
Y el cuarto nivel es una novela que habla de crisis, tanto individual como las crisis políticas que estamos viviendo actualmente en el país y el mundo: económicas, ecológicas, sociales. Realmente lo que nos plantea es que el mundo vive una crisis en varios niveles, pero no es una novela pesimista: habla del amor, de la búsqueda del amor, que es una constante en sus novelas
, como ocurrió con el personaje de Tita en Como agua para chocolate.
Antonio Velasco Piña, autor de Regina, subrayó que esta nueva novela de Laura tiene una segunda lectura: Aparte del argumento en sí, siempre refleja cosas más allá de los simples hechos, porque se refiere a aspectos muy humanos y profundos de la naturaleza humana
.
La magia de lo cotidiano
Es el antihéroe. Estamos acostumbrados a que si el héroe es el policía, debe tener cualidades muy obvias, pero aquí no, tiene múltiples defectos y se mueve en una actividad que ha concitado el repudio de México: la policía, porque fueron policías los que entregaron a los estudiantes de Ayotzinapa a los delincuentes. Eso hace que exista un repudio justificado hacia la policía, que es completamente corrupta en el país
.
Sin embargo, existen policías que son auténticos, que tienen capacidad de investigación y de observación, y Lupita es uno de ellos. Desde Como agua para chocolate, Laura Esquivel mostró que la magia de lo cotidiano logra sacar lo humano de lo ordinario, y el caso de A Lupita le gustaba planchar se adelantó a lo que ocurre hoy en el país, porque el personaje central se va a recuperar a Guerrero, estado en el que se ubica Ayotzinapa.
Añadió que desde la desapareción de los 43 normalistas, “aunque hay más de 30 mil desaparecidos, todo el mundo se solidariza con México, mucha gente no sabía que existía este lugar, (pero) hoy hay manifestaciones en todas partes del mundo, como no las había visto. Ha participado toda la sociedad mexicana, todas las clases sociales han estado representadas demostrando que sí hay un nivel de conciencia en México.
“Y el rechazo a los infiltrados, los aíslan y empiezan a gritar ‘!violencia no!’, y entonces se tienen que esperar para intentar hacer sus salvajadas, pero 99.99 por ciento de los miles de manifestantes marchan en paz total. Si una señora va con su carrerilla le dicen estás loca, y ella responde que no le importa, que el país está en peligro. Estoy seguro que después de eso el poder no puede permitir la corrupción, o que la policía esté vinculada con los delincuentes, y otros se gasten millones y millones de dólares en una ‘modesta casita’. Esto ocurre en México y nos debe llevar a la conclusión de un cambio sin violencia. Laura lo vio entonces cuando Lupita se va a Guerrero a recomponerse.”