Domingo 7 de diciembre de 2014, p. a16
El conocimiento, la ciencia, parten de una pregunta, de la inquietud, la curiosidad, ese estado animoso de la infancia en que todo se quiere saber, un instinto que la mayoría pierde al crecer. ¿Cómo evitarlo? Este libro es una invitación a aceptar el reto e ir en pos del misterio, a no sucumbir hasta hallar una respuesta, una solución que, verdadera o falsa, hará evolucionar al mundo, así sea a nivel personal, en su sentido más positivo. Es la reinvención de los superhéroes; cualquiera, aunque no pase de los 10 años, es capaz de salvar al universo con el único aliciente de la curiosidad y ayuda de la imaginación. Ningún talento o súper poder es requerido.
Es una obra de un promotor científico-cultural que tienta al lector con cuestiones hechas por grandes pensadores, filósofos, investigadores o creadores: ¿sueñan los androides con ovejas eléctricas?, ¿cómo comenzó el universo?, ¿de qué estamos hechos?, ¿para qué sirve el cerebro? Ello a través de una aventura en la que se introduce a los pequeños lectores en temas como el Big Bang, el lenguaje binario (empleado por las computadoras), los átomos o el Bosón de Higgs (conocido como la partícula de Dios).
Con formato de historieta, es una aproximación gozosa a la ciencia, y también al arte, con referencias a poemas de los mexicanos Jaime Sabines y Jorge Hernández Campos, y a literatos como Philip K. Dick y Gabriel García Márquez. Este último consideraba que los temas científicos estaban dotados de gran belleza y definía al cerebro como una máquina para soñar.
Título: La oveja eléctrica y la memoria del universo
Autor: José Gordon
Ilustrador: Ricardo García Fuentes
Editorial: Sexto Piso
Número de páginas: 54