Viernes 5 de diciembre de 2014, p. 49
Kampala. Uganda. El doctor Michael Mawanda observó comportamientos inquietantes cuando luchaba en Sierra Leona contra la epidemia del ébola, incluso a familiares que retiraban a pacientes del hospital donde trabajaba.
Los deudos que retiraron a los pacientes de ébola no podían separarse de sus seres queridos, pero sus acciones imposibilitaban rastrear las nuevas infecciones y evitar la propagación de la enfermedad, precisó Mawanda, quien pese a tomar todas las precauciones contrajo el virus y a duras penas sobrevivió.
El brote de ébola, que se está estabilizando en Liberia y Guinea, se propaga rápidamente en Sierra Leona. En tres semanas, Guinea tuvo 306 casos nuevos, Liberia 278 y Sierra Leona mil 455, según la Organización Mundial de la Salud.
Mawanda cree que eso se debe a prácticas peligrosas. El presidente de Sierra Leona, Ernest Bai Koroma, instó a los ciudadanos a no lavar los cadáveres ni enterrar en secreto a los muertos.