Directo fue el mensaje enviado ayer por el historiador Enrique Semo Calev al presidente Enrique Peña Nieto durante la entrega de los Premios Nacionales de Ciencias y Artes 2014: Queremos hechos, no discursos.

El titular del Ejecutivo federal no acudió a la que es considerada la cita anual más importante para el medio intelectual, artístico, cultural y científico del país, efectuada en la sede de la Secretaría de Educación Pública (SEP). En su representación asistió el titular de esta dependencia, Emilio Chuayffet Chemor.

Al recibir su galardón, Enrique Semo pidió a Chuayffet que transmitiera un mensaje: queremos hechos, no discursos, en referencia al nivel de indignación que hay en el pueblo, a todo lo ancho y largo del país.

Según explicó el también economista a La Jornada al concluir el acto oficial, todas las clases sociales están pidiendo que se haga justicia en lo que respecta a los 43 estudiantes de Ayotzinapa y que se dé un paso real en otros problemas, como un aumento en los salarios mínimos y para la educación superior. Queremos ver eso.

Algo irrelevante

Para los 10 galardonados, la ausencia de Peña Nieto no causó sorpresa, e incluso Semo lo consideró algo irrelevante. Expresó que no es fundamental (la presencia del Presidente), lo importante es que el Estado hiciera el reconocimiento. En ese sentido, estoy completamente satisfecho.

Como invitados especiales, acompañaron a Chuayffet el nuevo director del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Enrique Fernández Fassnacht; la titular de la Secretaría de Salud, Mercedes Juan López, y el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa.

También estuvo el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, quien en calidad de orador principal afirmó: México está de luto. Son muchos años de violencia que lastiman y avergüenzan.

En su discurso, hizo un llamado a reinventar las instituciones que han fallado y reiteró en varias ocasiones que la violencia no debe ser combatida con violencia, pues si se lastiman las instituciones, no habrá nada para nadie.

Galardonado en el área de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía, al igual que Enrique Semo, Néstor García Canclini reparó en que esta es la primera ocasión que un presidente de la República se ausenta de la ceremonia de los premios nacionales; habría que preguntarle por qué, asentó.

Mi impresión es que se pueden decir muchas cosas ante un premio como éste. En otras ocasiones, recuerdo, hubo reclamos por parte de los que dieron el discurso, hubo quienes pidieron más presupuestos para las ciencias; eso sigue siendo necesario, agregó el antropólogo y académico.

Pero me parece una exigencia clave que se escuchen los diagnósticos que las ciencias, sobre todas las sociales, han hecho sobre la muy crítica situación mexicana. Hay mucho por modificar, tanto en las políticas gubernamentales como en la información de los movimientos sociales si tomamos en cuenta las investigaciones y también la creatividad y el desarrollo cultural extraordinario que México tiene y que ha sido muy bien estudiado.

El caso Ayotzinapa, atroz

El discurso de agradecimiento, en nombre de los galardonados, estuvo a cargo del escritor chiapaneco Eraclio Zepeda, quien dijo sentirse esperanzado respecto de los 10 puntos de la reforma planteada hace unos días por Peña Nieto.

Quizá hubiera estado bien que en ese discurso se hablara también de lo que está pasando ahora en México, consideró en entrevista el alfarero oaxaqueño Carlomagno Pedro Martínez, ganador en Artes y Tradiciones Populares.

Nadie puede cerrar los ojos a la realidad de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos. Es un hecho atroz y muy doloroso. Es muy importante recalcar la situación del país, porque toda la gente pensante no podemos dejar pasar desapercibidos esos graves agravios al pueblo mexicano, a la juventud, sobre todo.

El artesano, oriundo de San Bartolo Coyotepec, afirmó que desde la tribuna de su trabajo alza una protesta enérgica por lo que está viviendo ahora México y el dolor de los padres de los 43 desaparecidos. Pero, como leí en los muros de la universidad de Oaxaca cuando era niño, aunque corten todas las flores del mundo, la primavera volverá.

La poeta Dolores Castro y el cantante tradicional Alberto Vargas fueron los más ovacionados por el reducido número de invitados que acudió al acto.

Nacido en Yepachi, estado de Chihuahua, don Alberto tenía pensado decirle de frente al presidente Peña Nieto lo expresado hace unos días en estas páginas y que ayer reiteró: “Pedirle que vaya a mi pueblo (enclavado en la Sierra Madre Occidental), pues estamos muy ‘tirados’, muy lejos, no hay nada; está muy difícil allá”.

Eso no opacó su emoción y optimismo y aseguró que una vez que regrese a su tierra ahora sí hará fiesta.

Según la agenda oficial de la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto tuvo como actividad única el inicio de operaciones del gasoducto Los Ramones fase uno, en Nuevo León, a las 13:30 horas.

Ni Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox ni Felipe Calderón, incluso en los momentos más críticos de su gestión, faltaron a ésta que es considerada la cita más importante con el gremio intelectual y artístico del país.

Por ejemplo, Fox aguantó las increpaciones de la actriz Julieta Egurrola en relación con los actos de represión en Atenco y las fuertes críticas de Carlos Monsiváis, mientras Calderón tuvo que hacer lo propio ante los cuestionamientos por el desdén y retraso que tuvo a lo largo de su mandato la fecha de entrega de los galardones.

Los otros premiados fueron Arnaldo Coen, en Bellas Artes; en Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales, Carlos Federico Arias Ortiz y Mauricio Hernández Ávila, y en Tecnología, Innovación y Diseño, José Mauricio López Romero.