La guerra no termina cuando callan las balas. El miedo, la humillación y el desarraigo siguen al igual que muchos mecanismos internos. Uno se los transmite a sus hijos, expresa la cineasta uruguayo-mexicana Diana Cardozo, directora de La guerra de Manuela Jankovic, película que se estrenará el miércoles a las 19:30 horas en la Cineteca Nacional.

Cardozo gusta de crear historias a partir de hechos históricos. Su más reciente filme parte de la guerra de los Balcanes, desatada a partir de la desintegración de Yugoslavia en 1991. Pero, más allá de la anécdota, a la realizadora le interesa pensar en cómo los grandes acontecimientos se encarnan en individuos comunes.

“Somos seres históricos. Hoy se hace historia en México, y todos los días. La película habla de cómo una guerra que sucede al otro lado del mundo tiene ecos en La Lagunilla –también se filmó en la colonia Doctores–, en unas mujeres que están solas. Uno saca las historias quién sabe de dónde”, dice Cardozo entrevistada por La Jornada.

La población ya fue tocada directamente

–Los sucesos actuales ¿cómo van a convertirse en una carga para las futuras generaciones en México?

–Si tenemos más de 20 mil desaparecidos y más de 100 mil muertos, hay un sector enorme de la población que ya fue tocada directamente, más todos los amenazados, los desplazados. Es decir, son cifras de guerra civil en México desde hace muchos años, casi desde (el sexenio de Vicente) Fox.

“Lo primero es que estos niveles de violencia se terminen y se democratice la justicia, por ejemplo. La justicia tiene una deuda con México. Hay un problema con ella en este país, porque los delitos quedan impunes. No es sólo el problema del narco, estamos también con problemas estructurales de la democracia mexicana.

Pero no tengo idea cómo vamos a heredar esta situación. Cada sociedad la recicla a su manera, pero las generaciones que siguen seguro que van a llevar el miedo y otras cosas más. La situación del hijo desaparecido en Argentina fue muy complicada, también en Uruguay. Viví las dictaduras de Sudamérica y sé que se carga esto.

Agrega: Vivimos un momento muy desgraciado. Ahora, por suerte está más esperanzado, porque hay movilizaciones y se está exigiendo algo más al gobierno.

La guerra de Manuela Jankovic versa sobre las consecuencias de la lucha bélica. Cómo ésta pasa por la vida íntima y síquica de las personas. No tiene nada que ver con una cuestión ideológica. La actriz Karina Gidi encarna a Manuela, una mujer-niña, criada sobreprotegida, pero también ahogada, por su abuela, papel interpretado por Mima Vukovic Kuric, actriz de teatro serbio-bosnia, de 84 años, radicada desde hace dos años en Valencia, España, de allí que habla español. Esta es su primera película.

La cinta, de 92 minutos de duración, también cuenta con las actuaciones de Carlos Corona, Kristyan Ferrer y José Caballero, entre otros.

Para sus guiones Cardozo parte de hechos históricos reconocibles como los presentes, o la dictadura uruguaya o el alunizaje del Apolo XI. Respecto de la historia, coincide en que “tenemos una memoria corta. Somos seres históricos, políticos, y los trabajadores de la cultura y del cine estamos conscientes de eso. Trabajamos en un tiempo histórico y eso nos define, más que el lugar geográfico. Nos tocó el principio del siglo XXI en que los paradigmas se han caído por todos lados.

“¿Qué cine vamos a hacer? Digo que hay que pensar en las cosas que nos preocupan. Para mí la apuesta es hacer un cine personal. Sé que hay cosas que están como de moda en el cine. No estoy en esta línea, evidentemente, no hago cine minimalista ni películas de chavitos o adolescentes. Hay muchas cosas en que estoy demodé, estoy en otra línea.

“Más allá, dentro de todas las corrientes cinematográficas, hay buenas y malas películas. Eso es lo que importa. Me interesan cuestiones más simbólicas. Es decir, creo que el valor es ser suficientemente audaz para decir ‘quiero filmarlo así, porque para mí es así la cosa’. Eso es lo autoral: la forma de mirar. El desafío para mí, como realizadora, es hacer una obra muy personal y ser consecuente con eso porque es un privilegio hacer una película”.

Los personajes migrantes tienen un especial lugar en la ficción de Cardozo. Actualmente, ha terminado un guión basado en la masacre de migrantes sucedida hace tres años en San Fernando, Tamaulipas.