Se designará un fiscal especial y un tribunal sancionador
Viernes 28 de noviembre de 2014, p. 4
Como parte de las medidas anunciadas en su mensaje a la nación para enfrentar la inseguridad en el país, el presidente Enrique Peña Nieto anunció su respaldo a la creación de un sistema nacional anticorrupción –que ya consensuan los legisladores en el Congreso–, la designación de un fiscal que consigne penalmente a los involucrados en casos de ese tipo y la integración de un tribunal que aplique sanciones administrativas.
En Palacio Nacional, Peña Nieto reconoció que la corrupción se ha convertido en uno de los principales desafíos para la vigencia plena del estado de derecho, por lo que anunció que alentará la aprobación de diversas iniciativas en materia de combate a este fenómeno.
Asimismo, alentará el fortalecimiento de la Auditoría Superior de la Federación, con el propósito de que pueda realizar auditorías no solamente cuando se haya ejercido el gasto, sino en el momento de su ejercicio.
Durante su mensaje, Peña Nieto enumeró en forma sintética un paquete de acciones que incluyen la designación de un fiscal anticorrupción, en cuyo proceso estará involucrado el Senado de la República, cuya función central será perseguir penalmente a todos los funcionarios que incurran en prácticas corruptas, lo cual será complementado con la intervención de un tribunal, que se encargará de aplicar las sanciones de orden administrativo a que se hagan acreedores.
Si bien el discurso central se orientó a la inseguridad a partir de los hechos ocurridos en Iguala, Peña Nieto propuso también aplicar sanciones ejemplares para empresas que incurran o se coludan con alguna autoridad y que caigan en corrupción
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Aunque lo anunció hace algunos días, Peña Nieto retomó en su mensaje la propuesta de que en los denominados megaproyectos gubernamentales o de alcance relevante, las licitaciones, su asignación, contratación y ejecución de obra contarán con mecanismos de supervisión y auditoría especializados.
Finalmente, el Presidente dijo que se alentarán los principios de transparencia, rendición de cuentas, participación ciudadana e innovaciones, esenciales en un gobierno abierto, como México se lo ha propuesto ser
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