Miércoles 19 de noviembre de 2014, p. 10
Fue un difícil amanecer en Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Tras el puente por el aniversario de la Revolución, miles de integrantes de la comunidad de esa casa de estudios retomaron sus actividades cotidianas, no sin negar su molestia por la incursión de elementos de las fuerzas de seguridad al campus el sábado pasado.
Al mismo tiempo, la mayoría de los universitarios rechazaron las acciones violentas
de algunos grupos que colocaron barricadas –a las que incluso prendieron fuego– frente a las facultades de Filosofía y Letras y de Economía, y el bloqueo que el grupo de jóvenes que ocupa el auditorio Che Guevara realizó desde el domingo a la torre de Rectoría.
La comunidad universitaria no dejó de manifestar su repudio a los sucesos del sábado: primero la presencia de elementos de la Procuraduría de Justicia en CU, quienes al verse descubiertos por jóvenes intentaron salir del campus, pero cuando uno se vio alcanzado accionó su arma e hirió a dos alumnos, y horas más tarde la incursión de granaderos.
Reproche
En diversas facultades y escuelas de la UNAM, estudiantes y profesores consideraron que esos hechos representan una violación a la autonomía
, por lo que reprocharon al rector José Narro haber permitido esos hechos
.
Al regresar a sus actividades, muchos se encontraron con la sorpresa de que los jóvenes que ocupan el auditorio Che Guevara se habían atrincherado en la Rectoría y bloqueaban los accesos.
Desde temprano, el circuito del casco central de CU se vio cerrado debido a que se colocaron barricadas frente a la Facultad de Filosofía, lo cual impedía el paso de los vehículos. Con botes, llantas y estructuras de la paradas del transporte interno, algunas personas colocaron esas barreras, lo cual causó asombro y molestia.
Poco después de las 9 de la mañana, varios jóvenes que dijeron pertenecer al grupo Okupa Che lanzaron un mensaje frente a la Rectoría. Informaron que realizaron un bloqueo simbólico, con la idea de evidenciar la relación estrecha entre las autoridades universitarias y el Estado, con el fin de frenar el movimiento estudiantil y reclamar la violación de la autonomía
.
Si bien el domingo estos jóvenes cubrieron en todo momento sus rostros, ayer, durante el mensaje, aparecieron sin capuchas, aunque señalaron que no critican a quienes cubren su identidad para realizar acciones de protesta.