En respuesta a la propuesta de Cuauhtémoc Cárdenas de que dimita el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRD, el presidente del partido, Carlos Navarrete anunció que esa solicitud se turnará, en acato a la legalidad partidaria, al Consejo Nacional –del 29 de noviembre, para no sustituir, como usted lo afirma en su carta, a los cuerpos colegiados por acuerdos de cúpulas. Anunció que antes buscarán un encuentro con el ex candidato presidencial para abordar el tema.

Durante un receso de la sesión privada del CEN perredista, Navarrete y media docena de afines a su gestión que integran ese órgano, abrieron un espacio para fijar la postura en un documento en el que se admite: como partido, vivimos un momento difícil. Decisiones equivocadas, omisiones, tolerancia con prácticas inaceptables han llevado a debilitar nuestra presencia y autoridad ante la sociedad. Todos somos responsables de que lo currido y la situación se da en el marco de una crisis nacional.

El documento de respuesta abunda en la postura del PRD sobre la desaparición de normalistas, en torno a lo cual, según el CEN perredista, ante la grave situación del país el Estado mexicano muestra debilidades evidentes y el gobierno de la República está en el centro de los señalamientos severos por el desbordamiento de la violencia que alcanza tintes demenciales en Guerrero.

Según el PRD, esta insuficiente respuesta ha merecido la exigencia enérgica del partido para alcanzar la justicia, combatir la impunidad y perseguir a los delincuentes. Pese a la postura que adoptó el PRD en torno del gobierno de Ángel Aguirre Rivero, ahora conmina a no confundirse porque el PRD está del lado de las víctimas y sus familias, de la exigencia de fincar responsabilidades.

Bejarano: urge golpe de timón

En tanto, durante la reunión del CEN, hubo disensos respecto de la respuesta a Cárdenas. René Bejarano, de Izquierda Democrática Nacional, señaló que un primer paso para reposicionar al partido ante la sociedad sería el cambio de la estructura directiva. EL PRD, dijo en otro receso de la reunión, requiere un golpe de timón que le permita enfrentar su difícil coyuntura.

Carlos Sotelo, de Patria Digna se inconformó con los términos de la respuesta, que consideró insuficiente para enfrentar la crisis en el PRD. Aunque se amplió el contenido del documento original, dijo que en realidad era insuficiente para dar respuesta a Cárdenas, por lo que se requería realmente abrir espacios para debatir la condición del PRD.

Sotelo expresó su preocupación porque la disyuntiva actual, la eventual falta de respuesta a las críticas de Cárdenas a la situación que prevalece en el PRD tanto interna, como en su posicionamiento ante los conflictos –no sólo el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa, sino el del Instituto Politécnico Nacional, o el de la Universidad Nacional Autónoma de México– pudiera derivar en la renuncia del ex candidato presidencial al partido.

Durante la reunión, a pesar de los términos de la carta abierta de Cárdenas, hubo poca autocrítica de la condición actual del PRD y se planteó que en su caso, si bien estaba en su libertad de hacer sus consideraciones, debería respetarse la normatividad interna.