El matemático murió el viernes a los 86 años; vivió sus últimos años como ermitaño en los Pirineos
Lunes 17 de noviembre de 2014, p. 38
París, Francia.
El genio de las matemáticas, Alexandre Grothendieck, cuya muerte a los 86 años de edad fue anunciada el viernes, forjó una visión revolucionaria de la geometría, antes de retirarse totalmente del mundo, en un pueblo del suroeste de Francia.
Desconocido del gran público pero verdadera leyenda para los matemáticos, Grothendieck, nacido el 28 de marzo de 1928 en Berlín y naturalizado francés en 1971, era un genio de espíritu audaz, sin concesiones y en busca de lo absoluto.
Considerado uno de los mayores matemáticos del siglo XX, tenía una visión radical de la ecología política y vivía desde hacía años en un pueblo de los Pirineos franceses, donde cultivaba el silencio y el secreto absolutos.
“Era un gigante que transformó toda la matemática con sus trabajos. Varios especialistas en la materia recompensados con la medalla Fields (el Nobel
de las matemáticas) fueron sus alumnos”, recordó a la Afp Cédric Villani, laureado con ese premio en 2010 y director del Instituto de Investigaciones Henri Poincaré de París.
Grothendieck fue laureado con la medalla Fields en 1966, pero la rechazó. Rehusó asimismo, en 1988, el premio Crafoord de la Academia Real de Ciencias de Suecia, dotado con 450 mil euros, considerando que su salario en el Centro Nacional francés de Investigaciones Científicas (CNRS) era más que suficiente.
El hijo del judío ruso, Sasha Schapiro, fotógrafo y militante anarquista, y de la periodista Hanka Grothendieck, fue confiado a un amigo de la familia en Alemania cuando sus padres se trasladaron a España de 1934 a 1939. Al terminar la guerra civil española volvió a vivir con sus padres en el sur de Francia. Tras ser deportado, su padre murió en el campo de exterminio de Auschwitz y su madre y él estuvieron en un campo cerca de Mende, en Francia.
En 1944 cursó el bachillerato e ingresó a la Universidad de Montpellier (sur de Francia). Para su tesis, dos grandes matemáticos, Laurent Schwartz y Jean Dieudonné, le entregaron 14 problemas, considerados un amplio programa para varios años.
Pocos meses después los matemáticos recibieron, deslumbrados, las respuestas: el joven prodigio los había resuelto todos. Allí nació la leyenda Grothendieck. Otro mito ligado a su nombre es su tesoro científico
, miles de páginas reunidas en cinco cajones guardados en la Universidad de Montpellier. El matemático prohibió la difusión de esas notas.
Después de haber enseñado en Brasil y en Estados Unidos, volvió a Francia y trabajó para el Instituto de Altos Estudios Científicos (IHES), donde dirigió un seminario de geometría algebraica legendario, que contribuyó a la reputación mundial de la institución.
Pacifista convencido
Pero el matemático, pacifista convencido, abandonó el IHES en los años 70 cuando descubrió que el instituto era parcialmente financiado por el ministerio de Defensa.
Tras un breve periodo en el Colegio de Francia volvió como profesor a la universidad de Montpellier. Trabajó luego en el CNRS desde 1984 hasta su jubilación, cuatro años después. Cortó entonces toda relación con el mundo científico y se refugió en los Pirineos.
Además de sus trabajos de geometría algebraica, un tema que revolucionó, Alexandre Grothendieck es autor del libro Cosechas y siembras, que el matemático Denis Guedj, fallecido en 2010, calificó de un texto que teje un lúcido vínculo entre la filosofía, las matemáticas, las instituciones y la investigación científica
.
Guedj consideraba asimismo que el único acto violento (cometido por Grotehndieck) hacia la comunidad científica fue dejar de dedicarse a las matemáticas
.
El presidente francés François Hollande le rindió homenaje el viernes calificándolo de uno de nuestros mayores matemáticos
y una personalidad excepcional por su filosofía de vida
.