El próximo primero y 2 de diciembre se realizará en Washington la Reunión Interparlamentaria México-Estados Unidos, en la que además de los temas de seguridad y migración, la delegación nacional debe condenar las expresiones que intenten desacreditar las vías pacíficas de resolución de conflictos en la agenda común con el país vecino, señaló el senador perredista Zoé Robledo.

Dijo que no pueden mantenerse ajenos ni omisos ante las declaraciones del congresista republicano Mark Walker, respecto a que no tendría inconveniente en que Estados Unidos tuviera que iniciar una pequeña guerra con México.

Walker forma parte del llamado Tea Party y recién fue electo como congresista por Calorina del Norte. Durante su campaña dijo también que si en México “tienen extranjeros que se escabullen con cárteles de la droga, para mí esa es una amenaza nacional, y es necesario utilizar jets de combate. Lo hicimos antes, y si necesitamos hacerlo otra vez, no tengo problema”.

Robledo resaltó que esas expresiones alientan sentimientos de enfrentamiento y estimulan las vías del ejercicio de la fuerza y la violencia como forma de solución de problemas bilaterales. Esos métodos ya habían quedado en el pasado y eran sustituidos por el diálogo y la colaboración, dijo.

Las declaraciones de Walker, continuó, hechas en un contexto político, no contribuyen al fortalecimiento de una relación cordial y de cooperación entre los pueblos y gobiernos, ni entre legisladores mexicanos y de Estados Unidos.

Por ello, insistió, debe ser tema de la próxima interparlamentario, en la que además el Senado debe desplegar toda su capacidad política y diplomática en favor del esfuerzo para avanzar en el tema migratorio.

Hoy, el problema de política internacional más importante para México debe ser el que involucre a los 6 millones de mexicanos que viven en Estados Unidos, y tiene que ver justamente con la ampliación de sus derechos con una reforma migratoria integral, insistió.