Las movilizaciones recientes de un número significativo de alumnos de la Universidad Iberoamericana por los hechos de Ayotzinapa son constancia de que la tradición educativa de la Compañía de Jesús, a la cual se encuentra confiada la Ibero, se distingue por propiciar que sus estudiantes sean ciudadanos críticos, solidarios y propositivos, afirmó el rector David Fernández Dávalos.

Durante la inauguración del Encuentro Académico del Sistema Universitario Jesuita, añadió que su modelo educativo favorece el desarrollo humano e integral de sus estudiantes, para que entiendan los retos que presenta la realidad actual, y aprovechen su formación en el servicio a los demás.

Queremos que nuestras obras educativas se distingan por su solidaridad con los necesitados, y por sus aportes significativos y operativos para el logro de la justicia social, dijo.

Las instituciones del Sistema Universitario Jesuita (SUJ), explicó, pretenden incidir en la sociedad para hacerla más justa, equitativa, humana, fraterna y solidaria, desde una opción preferencial por los pobres y los excluidos. Ello mediante la investigación de los problemas de México, la generación de pensamiento social, de propuestas de modelos de desarrollo sustentable, social, económico y cultural, de la promoción de programas de desarrollo comunitario y con la formación integral de agentes de cambio.

Fernández Dávalos dijo que sucesos como el encuentro académico son oportunidad para ratificar esas opciones y hacerlas operativas desde la perspectiva del trabajo académico.

Durante el encuentro de lo que se hace en las universidades del SUJ, se revisaron las teorías sobre la evaluación de la enseñanza, las prácticas profesionales y el servicio social, y se escuchó la palabra de los estudiantes, con el fin de emitir recomendaciones al consejo académico del sistema, para revisar sus prácticas en el contexto de una evaluación sistémica.