Pumas está obligado este sábado a vencer a domicilio a Cruz Azul para mantener encendida su última opción de colarse a la liguilla. No obstante, el capitán Darío Verón dijo que no se sienten apremiados: Presión siempre hay hasta en la calle, creo que somos grandecitos para eso. Sabemos manejarla perfectamente y tratar de hacer lo mejor.

El defensa habló en rueda de prensa ayer en el estadio Olímpico Universitario, dando a entender al responder a las preguntas que tenía prisa para retirarse. Cuando lo interrogaron sobre si el equipo se jugaba la vida, señaló: “No, es un partido más. Muy importante –eso sí–, estamos conscientes, pero nosotros todos los partidos los jugamos como una final”.

Luego matizó: Es un encuentro motivante que todos queremos jugar. Yo considero que es importante, un clásico.

Por ser un duelo entre cuadros capitalinos, vaticinó que una gran parte de la afición estará de su lado, porque siempre nos acompaña en las buenas y en las malas. Lo fundamental es que debemos pensar en hacer bien las cosas y traer los tres puntos.

Dijo que si los sacan se los dedicarán a la afición. No obstante, reconoció que el reto es grande: “Cruz Azul es un rival fuerte en su cancha, pero nosotros tenemos que hacer mañana lo que entrenamos esta semana.

Será un partido de ida y vuelta, debemos hacer un juego perfecto y entrar muy concentrados. Después, las oportunidades que nos toquen, meterla para poder ganar.

Luego reflexionó: Este torneo no hemos ganado en CU y eso nos ha complicado la clasificación. Estamos conscientes de eso y hay que cerrar bien el torneo, pero todavía está para cualquiera, aquí simplemente es entrar a la liguilla y ahí es otro torneo... La competencia es así.

Tras casi 12 años de vestir la casaca auriazul, el paraguayo naturalizado mexicano aclaró que su retiro no está cerca: Física y futbolísticamente me siento bien, estoy perfecto gracias a Dios, me cuido mucho, trato de entrenar al 100 todos los días y mi objetivo principal es salir campeón otra vez con Pumas.

Finalmente, el zaguero dijo que sin duda habrá renovación y muchos jóvenes de la cantera tendrán su oportunidad en el próximo torneo bajo las órdenes de Guillermo Vázquez.

En el bando contrario también existe conciencia de que es urgente la victoria, según reconoció el cementero Gerardo Flores: Es un partido de vida o muerte, lo estamos viendo así, como una final, no hay mañana, así que se tiene que ganar y después pensaremos en lo que viene.

La Máquina entrenó a puerta cerrada en sus instalaciones de La Noria. Al salir, Flores comentó que es un juego peligroso porque el equipo de la UNAM tiene grandes jugadores y, a pesar de no haber tenido una buena temporada, alertó que no deben confiarse.

Aunque el mediocampista últimamente entra a jugar de cambio, comentó que este tipo de encuentros les da una motivación extra, con el ingrediente adicional de que lo que está en juego es un lugar para cuartos de final, así que los dos necesitamos el triunfo.