Miércoles 5 de noviembre de 2014, p. 40
La Paz, BCS.
El proyecto para explotar fosforita en la mina submarina Don Diego, en la bahía de Ulloa, municipio de Comondú, Baja California Sur, representa un riesgo para el medio ambiente y para miles de pescadores, advirtió el alcalde Venustiano Pérez Sánchez.
Este miércoles se realizará una reunión pública informativa sobre el proyecto en Ciudad Constitución, cabecera municipal de Comondú. El edil panista calificó de irresponsabilidad
que la Secretaría de Economía (SE) otorgara una concesión para explotar una mina submarina en una zona que es santuario de la ballena gris y de tortugas marinas.
Afirmó que en ningún momento la empresa Exploraciones Oceánicas S de RL de CV, filial de la estadunidense Odyssey Marine Explorations, se acercó a las autoridades locales para dar a conocer su proyecto. El ayuntamiento se enteró en la gaceta de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de cuanto pretende hacer la compañía para extraer fosforita.
Impredecibles
, las consecuencias de alterar el lecho marino, advierte
Señaló que es inconcebible que la SE haya otorgado una concesión en un lugar que es fuente de alimentación de distintas especies de tortugas marinas, así como cruce de ballenas, las cuales navegan miles de kilómetros desde Alaska para completar su ciclo reproductivo en las costas de Comondú.
Sostuvo que las consecuencias de la explotación de la mina de fosforita en el golfo de Ulloa son impredecibles, puesto que se excavarán siete metros en el lecho marino, se succionará arena para subirla a un barco fábrica, y todo lo que no sea fósforo lo arrojarán de vuelta al mar.
Esto, agregó Pérez Sánchez, alterará las condiciones de sedimentación; además, el ruido de las dragas seguramente perjudicará a las ballenas y a otras especies marinas.
Según la Manifestación de Impacto Ambiental del proyecto Don Diego, elaborada por QV Gestión Ambiental SC, registrada por la Semarnat con el número 03BS2014M0007 en la categoría regional, el objetivo es la extracción de 350 millones de toneladas de arenas fosfáticas en un periodo de 50 años por medio de dragado y bombeo de material localizado en una superficie de 91.2 hectáreas.
El proyecto prevé una inversión en capital de 357.2 millones de dólares y gastos operativos por 108.9 millones de dólares, y la ocupación de 80 personas en la barcaza y la draga.