La actriz exhibe Escenas, que consta de 29 imágenes, en la Galería Hispánica Contemporánea
Captura momentos de EU, Rusia, Croacia y México, en cuyas calles encuentro algo humano y accesible, espíritu
, expresó
Afirma que nunca buscó ser reconocida como artista de la lente
Estar en un escenario es un arte entre colaboradores, no hay forma de evitarlo, pero la fotografía es algo exquisitamente privado, expresó la artista (en la imagen superior) en conferencia de prensaFoto Jesús Villaseca
Domingo 2 de noviembre de 2014, p. 3
Nunca busqué el reconocimiento como fotógrafa
, dice la actriz Jessica Lange, cuyo trabajo con la imagen se ha exhibido en lugares de Estados Unidos, Rusia, Europa y, próximamente, en Brasil. México es una nueva escala para mostrar las imágenes que ha capturado a lo largo de más de dos décadas, aunque su afición por la fotografía comenzó desde su época universitaria.
Jessica Lange ofreció una conferencia de prensa este miércoles por la noche con motivo de la apertura de la exposición Escenas, que se encuentra en la Galería Hispánica Contemporánea. Son 29 imágenes divididas en dos series: la primera está integrada por fotografías tomadas en Estados Unidos, Rusia y Croacia, y la segunda, por las que captó en México, país con el que tiene una relación privilegiada y muy próxima. Aquí vemos de qué manera estas dos escrituras fotográficas son completamente distintas: en la primera parte estamos frente a un trabajo que hace más referencia a la fotografía humanista francesa, influencia de Cartier-Bresson, mientras en la parte de México muchas veces las fotografías que realiza son imágenes de noche, hay una materialidad en la imagen que es completamente distinta a la de la primera parte
, indicó la curadora Anne Morin.
Jessica Lange ha visitado México en varias ocasiones para fotografiar a su gente, sus fiestas, su cotidianidad. Comenzó hace 15 años en la península de Yucatán; también ha caminado las calles, plazas y lugares de Chiapas y Oaxaca. Hace unos años se presentó en el Distrito Federal la exposición titulada Jessica Lange en México.
Ahora habló de Escenas en una conferencia de prensa: “México siempre ha sido mi lugar favorito para fotografiar. La idea de exhibir aquí tiene cierta sincronía, parece que tiene sentido. Cuando ideamos la exposición, decidimos que fuera mitad y mitad, que no fuera completamente de fotografías sobre México. Es una oportunidad maravillosa estar aquí, y estoy un poco decepcionada de no poder permanecer más tiempo, porque viene el Día de los Muertos. He hecho fotografía de eso en Oaxaca y no voy a poder hacerlo este año.
“He caminado por las calles de Oaxaca, Tulum y Mérida, por los pequeños pueblos, y no hay lugar donde no haya quedado fascinada, encantada, de la vida que me rodea. Su geografía, la gente, su vida, me han dejado cierta magia; eso es lo que me atrae en la fotografía.
“Hay algo único y eléctrico acerca de la vida aquí que nunca deja de fascinarme, especialmente cuando tengo una cámara.
“Hay muy pocos lugares en Estados Unidos donde encuentro esa especie de vitalidad, esa especie de luz, que vive en las calles, frente a ti, ya sea en el mercado, en las fiestas o en los desfiles.
“Cuando estaba en Yucatán solía fotografiar mucho en los pequeños carnavales familiares, había algo muy humano y accesible, y eso lo encuentro más en México que en cualquier lugar, excepto cuando fotografío a mi familia; creo que eso tiene que ver con que todavía hay un espíritu aquí. Tal vez soy muy inocente.
“No conozco la ciudad de México, no puedo hablar de ella. Nunca me decepciono cuando camino en la calle, ya sea en la mañana, en el atardecer, en la noche, cuando todos van saliendo hacia el zócalo, a las plazas, a escuchar la música, cuando se sientan a platicar.
Hay cierta vida vibrante que siempre he encontrado que existe más aquí que en cualquier lugar. Es una accesibilidad, porque lo otro que he hallado es que la gente es extremadamente generosa. Es esa humanidad lo que me interesa y también la parte mágica, los disfraces, los rituales, las fiestas.
–¿Ha sido difícil ser reconocida como fotógrafa?
–Me siento muy afortunada porque entre Anne (Morin), la galería en Nueva York y Los Ángeles he tenido muchas exposiciones. No comencé haciendo fotografía con la idea de convertirme en profesional. Fue una especie de regalo que la gente se interese en mis fotografías y quiera exponerlas.
No pretendía ser reconocida como fotógrafa. Ya tenía otro trabajo
, expresó con relación a su carrera como actriz que le ha dado dos premios Óscar y varios premios Globo y Emmy.
Le interesa de la fotografía ese momento en que ves algo y puede cambiar en un instante. La gente me pregunta qué clase de fotógrafa soy. No lo sé. Quizá lo más cercano sea ser fotógrafa de la calle. Es lo que normalmente hago, camino y fotografío el momento que me conmueve o me toca
.
Hace todas sus imágenes en blanco y negro. No le interesa el color. También va contra la idea de la rapidez de las imágenes, tanto así que este año se ha dedicado a aprender uno de los primeros procesos de fotografía, revelado e impresión.
Estar detrás de cámaras, añadió, “es maravilloso. Amo la idea de ser anónima detrás de la cámara: es una especie de balance maravilloso en mi vida, siendo actriz ser fotografiada y siempre ser observada, y como fotógrafa ser quien observa.
Estar en un escenario es un arte entre colaboradores, no hay forma de evitarlo, pero la fotografía es algo exquisitamente privado y personal: puedo caminar en las calles por horas, sin hablar, sólo observando, y la gente no me reconoce, especialmente por los lugares a donde voy, así que no hay esa especie de intrusión. El punto donde se unen fotografía y actuación es en la idea de estar completamente en el presente.
Entre ambas disciplinas hay un balance. Hay épocas en las que hago más fotografía, y otras, como ahora, en las que no tengo tiempo. Pero el balance existe, obviamente soy más conocida como actriz que como fotógrafa, pero, como dije, nunca fue mi intención ser reconocida como fotógrafa. En mi mente existe un balance
.
Escenas se exhibe en la Galería Hispánica Contemporánea (Guadalajara 88, colonia Roma). Termina el 12 de febrero.