Tendrán que resolverse muchas cosas antes, advierte el Grupo de los Cien
El ex lago de Texcoco es una zona saturada con problemas de tráfico y transporte
Lunes 27 de octubre de 2014, p. 39
El proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México se presenta en un contexto distinto al que había hace 13 años, cuando el gobierno de Vicente Fox expuso su propuesta y se generó el conflicto por la tierra. Ahora, ejidos de San Salvador Atenco ya vendieron predios a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la situación política en ese municipio y en Texcoco ha cambiado, aunque no se descarta un conflicto social.
En esta región se deben atender las variables ambientales y sociales para evitar que el nuevo proyecto provoque un conflicto social que devenga en un movimiento social, señala Enrique Moreno Sánchez, investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México, campus Texcoco.
Por su parte, Homero Aridjis, presidente del Grupo de los Cien, sostiene que este plan se ubica en la misma zona que el anterior, junto al ex lago de Texcoco, donde hay un impacto ambiental que se debe esclarecer y se tienen que definir las condiciones en que quedará el sitio, que es histórico del Valle de México.
El plan avanza rápidamente, ya que incluso desde el pasado 12 de septiembre la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) evalúa la manifestación de impacto ambiental (MIA), elaborada por Especialistas Ambientales, en colaboración con Planeación y Proyectos de Ingeniería y el Colegio de Biólogos de México. El consultor responsable del estudio es José Antonio Ortega Rivero, quien fundó esa empresa junto con Rodolfo Lacy, actual subresecretario de Planeación de la dependencia, y Víctor Lichtinger, secretario en el sexenio de Vicente Fox.
El sociólogo Moreno Sánchez recuerda que cuando en 2001 se promovió la construcción del aeropuerto en Texcoco se dieron formas de participación ciudadana, con las que se cuestionó la gobernabilidad y, según él, no se pudieron lograr acuerdos. El detonante del conflicto en San Salvador Atenco fue la oferta del gobierno de comprar a siete pesos la hectárea. Apunta que en 2006 se desató un nuevo conflicto por la venta de flores en el mercado Belisario Domínguez en Texcoco, lo cual culminó con la detención de 207 personas y denuncias de 26 violaciones a mujeres.
Recuerda que en los conflictos en Atenco fue fundamental la participación de los actores locales, que no fueron tomados en cuenta, y son fundamentales para la toma de decisiones, en ellos recae el conflicto social y urbano y el impacto económico
. Agrega en entrevista que en Atenco no hay mucha simpatía por el movimiento del Frente de Pueblos por la Defensa de la Tierra.
La región oriente del estado de México, donde se encuentra Texcoco, sitio elegido para el aeropuerto, es una de las más conflictivas ambientalmente. Esa área se ubica como parte de la Zona Metropolitana del Valle de México, la cual es de las cinco más importantes en el planeta, por el número de personas, el flujo de comercio, servicios, entre otras cosas
, explica.
Entre 2011 y 2012, ejidatarios de San Salvador Atenco, de comunidades como Santa Isabel Ixtapan, Nexquipáyac y Santa Rosa, vendieron predios a Conagua para un proyecto ambiental.
En la zona han cambiado las condiciones sociales y políticas: han pasado dos presidentes de la República, dos gobernadores y cuatro presidentes municipales en Texcoco y Atenco. Hasta 2009 estuvo el PRD y ahora Movimiento Ciudadano. En Atenco la hegemonía ha sido del PRI.
Hay una gran presión de expansión hacia Texcoco –que tiene 240 mil residentes– del lado de Ecatepec, que cuenta con un millón 700 mil habitantes, mientras en Atenco hay alrededor de 300 mil. En el primero se ha evitado la construcción de alto impacto, de casas Ara o Geo.
Indica que ambientalmente uno de los mayores problemas es el agua, y las políticas estatales deben enfocarse a establecer una región con suficiente suministro del líquido como recurso estratégico, sin dejar de considerar un aprovechamiento equilibrado, y se debe abordar desde la gestión técnica, espacial, social, ambiental y política.
Aridjis agrega que el proyecto también tendrá impacto social y ambiental entre los pueblos de la zona, estarán sometidos a un ruido permanente de las operaciones de aviones, el transporte, la vida cotidiana se va a arruinar, y ya es una zona saturada con problemas de tráfico. Agrega que si habrá una alta inversión tendrán que resolverse muchas cosas como el tránsito y el deterioro ambiental.