Sociedad y Justicia
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Evalúa agregar el estrés corporal y el trastorno del deseo sexual en mujeres

Analiza la OMS incluir la depresión ansiosa como padecimiento mental

Se espera que en 2017 condiciones como el transexualismo sean retiradas de la lista, indica Elena Medina Mora, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría

La clasificación data de 1990

 
Periódico La Jornada
Domingo 26 de octubre de 2014, p. 35

La depresión ansiosa, el estrés corporal y el trastorno del deseo sexual en mujeres pueden ser algunas de las denominaciones que se incluirán en el apartado de salud mental y adicciones de la nueva Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) 11, que realiza la Organización Mundial de la Salud (OMS), comentó a La Jornada María Elena Medina Mora, directora general del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, y dijo que estos constructos se están probando.

La también directora de los estudios de campo en salud mental y adicciones de esta nueva clasificación –la undécima que lleva a cabo la OMS de todos los males existentes–, precisó que se espera que condiciones como el transexualismo sean retiradas de la lista de padecimientos mentales. En la CIE 10 existe el apartado F64 denominado Trastornos de la identidad sexual, donde también se encuentra el travestismo no fetichista, entre otros.

También habrá especificaciones sobre estrés postraumático y se analiza la inclusión de afecciones originadas por enfermedades que generan dolor, como el cáncer, que puede traer depresión o trastornos de sueño.

Entrevistada al concluir el foro ¿Por qué necesitamos una nueva clasificación de los trastornos mentales?, el camino hacia la 11 Clasificación Internacional de Enfermedades, realizado en El Colegio Nacional, explicó que la CIE 10 se completó en 1990, por lo cual ya era necesaria una nueva catalogación de todas las enfermedades y precisó que la próxima lista se aprobará durante la asamblea general de la OMS de 2017.

“En el primer nivel de atención se están probando dos constructos: la depresión ansiosa y el trastorno de estrés corporal; muchas personas manifiestan, por ejemplo, cefaleas que son maneras de presentar esta situación, y es una enfermedad real, no inventada, es una forma en la que el organismo manifiesta estrés.

También los trastornos de sueño y depresión se presentan en muchas enfermedades, en el cáncer ocurren; entonces, todos esos síntomas se juntaron en un solo capítulo. Antes todo se perdía en síntomas aislados, dijo.

Se hizo una nueva parte para evaluar enfermedades relacionadas con trastornos sexuales, porque para los hombres tenemos una gran lista, pero los problemas que enfrentamos las mujeres no estaban incluidos, como el trastorno del deseo sexual. Debemos entenderlo e incluirlo y ofrecer tratamiento. Estas son partes novedosas.

Sobre las condiciones de identidad sexual, aseguró que la clasificación es muy antigua y, a nuestro juicio, tiene un error grande sobre los trastornos de discordancia de género. El transexo está clasificado como enfermedad, lo que se hace es quitarlo del capítulo y entenderlo como una condición, para aquellas personas que quieran terapia hormonal tengan derecho a pedirla.

Tras señalar que la nueva clasificación tiene como finalidad una utilidad clínica para que los males mentales menos complejos puedan ser identificados desde el primer nivel de atención y ser tratados desde ese momento, comentó que los especialistas que trabajan en el área de salud mental también han hecho nuevas definiciones del estrés postraumático.

Cómo podemos identificarlo, diferenciar entre aquel que se da por un evento de algún momento en la vida o aquel que es diario por violencia familiar y cómo podemos diferenciar de una persona que se acuerda de un evento y de lo mal que lo pasó, a una persona que cuando lo recuerda vuelve revivir la ansiedad y depresión. Tendríamos que hablar de un estrés complejo, indicó.

La nueva clasificación será útil para reducir la carga de la enfermedad, facilitar el manejo, identificación y clasificación de los trastornos mentales, así como la comunicación entre pacientes, médicos generales y especialistas en campos diferentes a la salud mental. Además, permitirá clasificar la comorbilidad y asegurará el derecho a tratamiento.