Tras el asesinato y desaparición de estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero, el PRD perdió entre tres y cuatro puntos de preferencia electoral, de acuerdo con una primera estimación del partido.

Cada punto, se explicó, significa unos 400 mil votos y éste fue uno de los factores que distintos dirigentes valoraron para exigir que Ángel Aguirre solicitara licencia como gobernador de Guerrero.

Perredistas de distintas expresiones admitieron que ha resultado negativo el costo que tuvo para el instituto político lo ocurrido hace casi un mes en Iguala, así como el haber llevado a José Luis Abarca a la presidencia de ese municipio.

Vladimir Aguilar, coordinador nacional de Foro Nuevo Sol, señaló que 15 días después de los crímenes cometidos contra los normalistas sí hubo una afectación de al menos dos puntos porcentuales, considerando el margen de error, a escala nacional, y mencionó que en Guerrero la opinión es dividida.

En tanto, Carlos Sotelo, secretario de Asuntos Municipales y Desarrollo Regional del Comité Ejecutivo Nacional del partido, manifestó que aún no se hace una valoración, pero no sería sorpresiva la caída, porque el cuestionamiento derivado del delito de desaparición forzada y de indignación sin duda afecta, más cuando se negaba a admitir una responsabilidad.

Otros líderes perredistas, que pidieron omitir su nombre, mencionaron que la caída en la preferencia electoral podría incluso rebasar los cuatro puntos, pero confiaban en que la renuncia de Aguirre pudiera frenarla de cara a las comicios de 2015.

Se mencionó, sin embargo, que aún falta conocer el nivel de penetración que tuvieron Abarca y el crimen organizado en las estructuras partidarias, así como dar muestras de que realmente se va a fondo en el blindaje de candidaturas a puestos de elección popular.

También se recordó que en el pasado Consejo Nacional se admitió que toda esta situación sumió al partido en la peor crisis de su historia.

El 18 de octubre cuando se llevó a cabo esa sesión, el presidente del partido, Carlos Navarrete, admitió que están obligados a recuperar valores éticos de honestidad, de congruencia, de justicia. Dijo entonces que no pueden seguir postulando candidatos sólo porque son los que pueden ganar elecciones sin evaluar su fama pública, su trayectoria, su honestidad.

Tampoco seguir ganando gobiernos o llevando legisladores a las cámaras sin evaluar su desempeño, sin fortalecer su gestión, sin actuar cuando haya indicios de comportamientos ­indebidos.

Ganaremos de nuevo el gobierno

Vladimir Aguilar señaló que aunque hay opinión dividida en Guerrero en torno al PRD, allí el partido sigue siendo primera fuerza electoral y tenemos confianza en que ganaremos el gobierno de nueva cuenta.

Sotelo, por su parte, señaló que aunque tardía, con la decisión de que Aguirre pidiera licencia como gobernador se recuperó la ruta que empezamos a construir, de manera lenta, quizá insuficiente, pero en sentido correcto.