Servicio las 24 horas del día y vigilancia ambiental: Cofepris
Viernes 24 de octubre de 2014, p. 45
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) anunció el inicio de la segunda fase de atención médica y seguimiento clínico de las personas afectadas por el derrame de sulfato de cobre en los ríos Sonora y Bacanuchi.
Indicó que se instalará la primera unidad de atención especializada en México para dar servicio a los 24 mil habitantes de los siete municipios afectados, las 24 horas del día y durante los próximos 15 años. Empezará a operar en 2015 con el apoyo de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El pasado 6 de agosto se registró la contaminación de los ríos a causa del derrame de sustancias tóxicas provenientes de la mina Buenavista del Cobre, de Grupo México. Como parte de las acciones emprendidas para apoyar a la población, la Cofepris continuará con la entrega de indemnizaciones económicas a los pobladores, además de la toma constante de muestras del agua de los pozos para uso y consumo humano, a fin de garantizar su potabilidad.
Indicó que a la fecha ha entregado 20 cheques y prepara la entrega de 17 más, con cargo al fideicomiso creado para este fin.
Los seis componentes de la fase dos comprenden atención médica permanente, vigilancia epidemiológica ambiental, promoción de la salud y comunicación de riesgos, salud mental, control de vectores y acciones de comunicación social.
Las actividades serán coordinadas por un Centro de Control de Mando, ubicado en el municipio de Ures. Respecto de la nueva unidad médica especializada, dijo que tendrá como objetivos principales la vigilancia ambiental y de la salud de las personas. Buscará identificar daños agudos, subagudos y crónicos
El organismo, dependiente de la Secretaría de Salud, recordó que en la fase 1, aplicada del 6 de agosto al 20 de octubre, se revisó a 67 personas, de las cuales 37 resultaron con daños en piel, ojos, gastrointestinales y en vías respiratorias por contacto con agua del río, de pipas o de pozos. Actualmente todos los pacientes se encuentran estables.