Exposición sobre Truffaut
l hombre que amaba las películas podría llamarse la exposición con que la Cinemateca Francesa recuerda a François Truffaut al cumplirse 30 años de su muerte. Se integra con extractos de sus 21 cintas y cortometrajes, con una selecta muestra de sus artículos sobre el cine para revistas y diarios, fotos de Richard Avedon, Robert Doisneau y Jaques-Henry Lartigue, entre otros; algunos prólogos a libros sobre los personajes de la cultura que más admiró y lo admiraron (Renoir, Cocteau, Wells, Rosellini, Néstor Almendros, Sacha Guitry); algunos originales de los argumentos de sus películas, trajes y objetos diversos utilizados por el cineasta. Se recrea la sala de redacción donde escribía sus textos, sin faltar un original del libro, hoy clásico, fruto de la larga entrevista que sostuvo con Alfred Hitchcock. También se muestran secuencias de las películas donde Truffaut actuó brevemente. Y como gran final, lo que de él opinan los jóvenes actores franceses nacidos después de su muerte, a los 52 años.
Integrante de la llamada Nueva Ola del cine francés junto con Jean-Luc Godard, Claude Chabrol, Eric Rohmer, Jaques Rivette y Louis Malle, Truffaut confiesa que cuando era estudiante se escapaba del colegio para ver películas en los cines de Pigalle, el barrio donde vivía. Y que en esos años por lo menos asistió a 200, la mayoría eludiendo pagar el boleto. Esa parte de su vida la recrea con frescura en la película que lo encumbró a la fama cuando apenas tenía 27 años, Los 400 golpes. Premiada en Cannes, recibió elogios en todo el mundo. Su joven protagonista, Jean-Pierre Léaud, sería su actor fetiche durante 20 años, al lado de otros famosos, como Jean Moreau, Catherine Deneuve, Isabelle Adjani, Berndardette Lafont, Charles Aznavour, Oscar Werner, Jean-Louis Trintignant, Gerard Depardieu y Jean-Paul Belmondo.
En su lista como realizador figuran películas no menos importantes, como Jules et Jim, Fahrenheit 451, La mujer de al lado, Disparen al panista, La historia de Adele H, La piel suave, La sirena de Mississippi, La infancia salvaje, El último metro, El hombre que amaba a las mujeres y La noche americana, ganadora del Óscar a la mejor película extranjera en 1973.
En este homenaje se destaca el papel de Truffaut como crítico de cine, ácido y francotirador
. Autodidacta, a los 20 años era ya muy leído y discutido por los textos en los que enjuiciaba el cine francés de entonces. Los publicaba en diarios y en dos revistas que sobresalieron en el medio cinematográfico y cultural a mediados de los años 50 del siglo pasado: Cahiers du cinema y Art.
Esta visión de Truffaut a través de su vida y su obra, muestra fielmente al creador que ahondó en la pasión amorosa, en la educación sentimental, y que también abordó con éxito el llamado cine noir.