Autoridades desmantelan campamento del colectivo Ocupa
Sábado 18 de octubre de 2014, p. 22
Hong Kong, 17 de octubre.
La policía antidisturbios de Hong Kong se enfrentó este viernes con gas pimienta a cientos de personas que demandan mayores libertades democráticas, horas después de que las autoridades desmantelaron un campamento del colectivo Ocupa Hong Kong en el distrito de Mong Kok, al oeste de la ciudad.
La violencia estalló por la tarde, cuando varios manifestantes trataron de atravesar por la fuerza el cordón policial alrededor del lugar donde se ubicaba el campamento desmantelado a primeras horas del amanecer. La policía utilizó gas pimienta y toletes para obligar a retroceder a los activistas, quienes volvieron al lugar.
Antes del amanecer de este viernes cientos de policías realizaron la mayor operación hasta la fecha contra el campamento de los manifestantes. Más de 100 oficiales de policía retiraron las barricadas de Mong Kok, una de las principales áreas de las manifestaciones en donde los activistas del movimiento Ocupa Hong Kong bloquearon avenidas y calles desde el 28 de septiembre pasado.
La policía realizó una redada sorpresiva en la zona donde aún dormía un reducido grupo de estudiantes de Ocupa. Los uniformados retiraron tiendas de campaña y barricadas de bambú, así como otros materiales, antes de que los manifestantes pudieran oponer resistencia.
La víspera, el jefe del ejecutivo local, Leung Cheun-ying, entreabrió la puerta a conversaciones con los estudiantes una semana después de que su gobierno anuló el primer encuentro.
La Federación de Estudiantes de Hong Kong, principal sindicato estudiantil del territorio autónomo chino, acogió este ofrecimiento con prudencia, y más después de la operación policial del viernes.
Democracia plena
Los manifestantes exigen a los gobernantes del Partido Comunista Chino que cumplan sus promesas de garantizar democracia plena a la ex colonia británica, que se reintegró a China en 1997.
En agosto Pekín ofreció a los ciudadanos de Hong Kong la posibilidad de elegir a su próximo líder en 2017, pero sólo permitió que dos de los tres candidatos se presentaran tras recibir el apoyo de un comité nominador
de mil 200 personas repleto de leales a Pekín. Los inconformes lo califican de una democracia falsa
, al estilo chino, y exigen nominaciones abiertas.
En el momento más álgido de las protestas unas 100 mil personas se apoderaron de las calles, en uno de los desafíos políticos más grandes para Pekín desde que aplastó las manifestaciones pro democracia en la Plaza Tiananmen de la capital china en 1989.