El grupo Los Folkloristas grabó por primera vez un disco temático, titulado Cantando con la muerte, con el cual en adelante festejarán la vida, al reflexionar con música y poesía sobre el sentido de finitud del ser humano en la Tierra.

En entrevista, José Avila, líder de este proyecto con 48 años de trayectoria, expresó que el nuevo cedé está dedicado íntegramente a la muerte. Muchos artistas han trabajado esta idea, pero nosotros, por nuestras características, nos dimos a la tarea de buscar canciones que aludieran a este tópico creadas en diversos países, como Argentina, Bolivia, Chile, Perú, Ecuador y Colombia, pero, claro, nuestro propósito no es cantar a la muerte, sino con ella. Al nacer, lo único seguro es que un día nos va a llegar el momento.

Mientras hay vida hay esperanza, y Los Folkloristas interpretarán las composiciones de este material en concierto, el 30 de octubre, a las 20:30 horas, en el teatro Metropólitan, donde los asistentes recibirán el mensaje sempiterno de que es tan breve el tiempo del ser humano que hay que disfrutar hasta el último grano de arena.

Vamos a incluir material de nuestro repertorio, y lo nuevo.

Sergio Ordóñez, también integrante de este conjunto, expuso: “Cuando iniciamos el proyecto también teníamos la idea de que sólo el mexicano se reía de la muerte, pero nos dimos cuenta de que no es así. No es sólo el hecho de la mofa, de la burla, sino que hay muchas aristas. Lo que sí nos distingue es el antecedente de la prehispanidad. Aquí la idea de la muerte está ligada con los ciclos agrícolas. Son cosas profundas y jocosas, chuscas e irreverentes. Podemos pensar en que la muerte nos hace pensar en lo que somos y en lo que vamos a ser. También le decimos a la calaca: ‘¡vamos a tomarnos un trago!’”

Por su parte, Omar Landeros expuso: Cuando llegaron los españoles, los antiguos mexicanos tenían una idea de la muerte más ritual. Los conquistadores se dedicaron a matarnos y a cambiar las creencias. Introdujeron su religión. Hicieron creer en un muerto, Jesús. Hay que imaginar cómo vieron los aztecas, por ejemplo, al Cristo sangrante, crucificado.

Diego Ávila, el integrante de ingreso más reciente a Los Folkloristas, muy joven, dijo: “Escogimos el nombre de Cantando con la muerte porque no se trata de hacerle un homenaje, sino de cantar con ella. Sobre el tema de la muerte hay una dualidad: temor y respeto. Si cantamos con la muerte nos ponemos a su nivel. Vamos a interpretar ejemplos en los que hay burla de la muerte, tristeza, y otros donde hay profundidad y fines rituales. En Cuba es diferente. Hay ceremonias de entierro en las que se canta. En Colombia hay zonas donde se hace fiesta. Tengo muy presente un verso de La Martiniana que dice: niña, cuando yo muera no llores sobre mi tumba, canta sones alegres, mamá, cántame La sandunga. Hay que acordarse de quien ya se fue, pero no siempre con dolor. Se supone que se fue a un lugar mejor. En dado caso, el infierno está acá.”

A su vez, Valeria Rojas, mencionó ideas sobre la muerte a partir de ser mujer y, como tal, dar vida: “Cuando grabamos este disco yo estaba embarazada. Ya salió el disco, se parió, y ya parí. Vivimos con un temor constante a la muerte. Muchas actividades cotidianas tienen que ver con ella, pero haces cosas para distraerte. Sabemos que va a venir, que es inevitable. Tener un hijo, procrear, da la certeza de que continúa el ciclo: nacer para morir, y viceversa. Hay una canción que se llama Vasija de barro, que dice que el entierro es en una vasija fría y oscura de barro.”

Lo único cierto

Olga Alanís acotó: “Pensamos en la muerte durante toda la vida, pero ya cuando la vemos cerca… es lo único que está escrito: todos vamos a morir. Para mí, la muerte es una oportunidad de vida. Saber que todo se va a acabar te hace reflexionar sobre lo que es la vida, lo cotidiano. Eso enseña a que tenemos que desarrollar el humanismo, como individuos, en la Tierra.”

Ávila explicó que en ritmos el disco está variado: una rumba cubana; Las coplas del muerto, de Durango; una resbalosa, género chileno; una danza ecuatoriana; Juanita matamaridos, que grabaron en un disco de la serie Voz viva, de la Universidad Nacional Autónoma de México, inconseguible; una cumbia; un toque ritual aimará, con zampoñas, y otras, hasta llegar a 13 canciones que tocarán el 30 de octubre, a las 20:30 horas, en el Teatro Metropólitan.