l enfrentamiento que sostienen el sector editorial y las librerías con Amazon, el mayor emporio de ventas por Internet, se manifestó crudamente en la reciente Feria Internacional del Libro de Frankfurt. Allí acusaron a la empresa estadunidense de abusar de su condicion dominante en el mercado, de chantaje en sus prácticas comerciales y de establecer condiciones de venta agresivas.

El desencuentro con la compañía fundada por Jeff Bezos viene de tiempo atrás con los editores y libreros de Estados Unidos, Francia, Alemania e Inglaterra. Ahora también con la Unión Europea, que la investiga por posibles prácticas monopólicas y por recibir favores fiscales en Luxemburgo, desde donde maneja sus negocios en Europa. Mientras, varios países la acusan de evadir impuestos.

Editores y libreros sostienen que no se trata de un conflicto por los beneficios económicos derivados de los libros electrónicos sino de uno mayor de cuyo resultado depende el futuro del libro, impreso o electrónico. No es una guerra de precios, afirman, sino del margen de utilidad que corresponde a cada quien.

Y es que Amazon controla ya más de 60 por ciento del mercado del libro en Estados Unidos y casi 25 por ciento en Alemania. En los electrónicos su dominio es mayoritario. Se desconoce su presencia en el mercado mexicano y los impuestos que paga, porque es una empresa muy poco transparente.

Por su parte, los grandes de la literatura estadunidense y la asociación de escritores de ese país, encabezada por Paul Auster, Stephen King, Tobias Wolff, Donna Tartt y Richard Russo, acusaron en una carta abierta a Amazon de tomar a los libros como rehenes y poner en peligro el modo de vida de los autores y su futuro como tales. “Creemos –señalan–, que el ecosistema del libro tiene que ser tan diverso como sea posible, y albergar a grandes y pequeños editores, e-books y libros impresos”. Pero, agregan, ese ecosistema no puede sobrevivir si alguna de las entidades que participan en él quiere destruir a otras. Los autores se reunieron con funcionarios del Departamento de Justicia para que investiguen si Amazon está violando la ley antimonopolio.

Crítica severa de Amazon, la ex ministra de Cultura de Francia, Aurélie Fillippetti, exigió a la Unión Europea vigilar las tentaciones de esa empresa de abusar de su posición dominante y chantajear a los editores al restringir el acceso del público a los libros de sus catálogos para imponerles condiciones comerciales más duras. El libro no es un producto como cualquier otro, dijo, en alusión a la máxima de la trasnacional de que cuanto más barato más se vende, da igual que sean cafeteras o libros.

En la próxima FIL de Guadalajara, ¿se agudizará el enfrentamiento entre libreros y editores con la poderosa trasnacional?