Aguirre, pieza clave en el proceso interno y en las postulaciones
Jueves 16 de octubre de 2014, p. 33
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) determinó dejar pendiente
la renovación de la dirigencia estatal de Guerrero, ante la crisis que vive el partido, tras la desaparición y asesinato de estudiantes de la normal de Ayotzinapa.
Inicialmente estaba previsto que el consejo estatal electivo se instalara el 19 de octubre, pero el próximo sábado el consejo nacional perredista aprobará dejar sin fecha la asamblea para elegir presidente y secretario general en el estado.
Esta crisis afecta sobre todo a Nueva Izquierda, corriente predominante en el sol azteca, por haber llevado a José Luis Abarca, presuntamente vinculado con el crimen organizado, a la presidencia municipal de Iguala.
Abarca estuvo cerca de Ilich Lozano Herrera, uno de los principales líderes de Nueva Izquierda en el estado, a quien el gobernador Ángel Aguirre apoya para dirigir al PRD guerrerense.
También tuvo vínculos con la secretaria de Desarrollo Social, Beatriz Mojica Morga y con el senador Armando Ríos Piter, ambos aspirantes a gobernador; con el coordinador de la comisión de gobierno, Bernardo Ortega, y con el dirigente estatal del PRD, Carlos Reyes Torres.
Abarca se preparaba para impulsar a su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa, como candidata a sucederlo en el cargo. El 26 de septiembre, cuando ocurrieron los ataques a los normalistas de Ayotzinapa, el informe de la presidenta del DIF municipal era, en realidad, el lanzamiento de su precandidatura.
El gobernador es pieza clave en las negociaciones para la renovación de la dirigencia estatal, debido a que ésta, junto con la nacional, designaría candidatos para las elecciones de gobernador, diputados federales y presidentes municipales, el próximo año.
Uno de los aspirantes a la alcaldía de Acapulco es Ángel Aguirre Herrera, hijo del mandatario, quien creó el grupo Izquierda Progresista de Guerrero con el propósito de impulsar su candidatura.
Se ha mencionado que Armando Ríos Piter –quien aspira a la gubernatura de Guerrero– aceptó apoyar al hijo del mandatario, lo que provocó un rompimiento con David Jiménez Rumbo, dirigente de Grupo Guerrero, quien también busca dirigir el PRD estatal.