Sólidos controles internos, considera el nuevo presidente de la ABM
Jueves 16 de octubre de 2014, p. 27
El negocio de la banca es administrar riesgos, aseguró Luis Robles Miaja, en su presentación como presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), posición en la que relevó a Javier Arrigunaga Gómez del Campo, ex director de Banamex, quien dejó el puesto como secuela del fraude cometido por Oceanografía. Una golondrina no hace verano
, sostuvo el nuevo líder del gremio de los banqueros. No quisiera menospreciar un caso, pero veamos los grandes números. Si la banca quiere aumentar los préstamos va a tener problemas en el camino, porque es nuestro negocio: administrar riesgos
.
Robles Miaja se acogió a una práctica que por décadas ha imperado en la ABM, que es la de no pronunciarse sobre la situación de un agremiado en particular, cuando fue interrogado sobre las consecuencias para el sistema bancario, y en la confianza de sus usuarios, por el fraude cometido por Oceanografía contra Banamex por unos 400 millones de dólares, que ya ha provocado la salida de Arrigunaga y que se haya extendido la versión, difundida por The Wall Street Journal y Financial Times, de que a principios de 2015 dejará la copresidencia de Citi Manuel Medina Mora, ejecutivo mexicano que ha escalado posiciones en el principal grupo bancario del mundo desde su carrera en Banamex.
Nunca en la ABM nos hemos referido a la situación particular de un banco
, dijo Robles Miaja. Sí, en cambio, apuntó que en el tema de los controles internos –que es la falla que, según las autoridades hizo posible el fraude de Oceanografía– los de la banca mexicana son sólidos y eficienes, incluyendo a Banamex
.
En la misma conferencia de prensa, Javier Foncerrada, director del Grupo Financiero Inbursa y vicepresidente de la ABM, planteó que no es posible pensar que la banca puede operar sin riesgos y que ponderar esa eventualidad en exceso puede hacer más caro y escaso el crédito, y ello se puede volver algo muy negativo para el país
.
“Es importante, a la luz de estos eventos desafortunados y muy publicitados, entender que los bancos nos dedicamos a asumir riesgos, que cuando prestamos dinero estamos asumiendo el riesgo de que no se nos pague. Lo importante es que la banca haga una buena medición de sus riesgos, no se trata de no tomarlos (sic) porque entonces no se puede prestar”, consideró Foncerrada.
Como parte de los riesgos que asumen los bancos, abundó, hay fraudes pequeños, medianos y grandes, no se pueden evitar. Lo que hay que considerar es que los delincuentes son los responsables, pero es parte de nuestra responsabilidad medir esos riesgos de manera adecuada
, apuntó.
Los bancos viven de la confianza de sus depositantes, añadió por Robles Miaja, cuando fue interrogado si hechos como el fraude de Oceanografía a Banamex pudiera dañar la relación de las instituciones con sus clientes. “Si tenemos mala reputación –a consecuencia de los fraudes que se han dado a conocer– tenemos un problema. Pero hay que ver las cifras. Una golondrina no hace verano”, aseveró.