Conmemoran en el FIC el 450 aniversario del nacimiento del gran dramaturgo inglés
Miércoles 15 de octubre de 2014, p. 6
Guanajuato, Gto., 14 de octubre.
Con motivo del 450 aniversario del natalicio del dramaturgo inglés William Shakespeare, ocho compositores mexicanos estrenaron este lunes –en el Teatro Juárez– piezas basadas en los sonetos del poeta de Stratford-upon-Avon.
Las obras de Georgina Derbez, Gonzalo Macías, Alejandro Gómez Villagómez, Víctor Ibarra, Ignacio Baca Lobera, Arturo Fuentes, Ana Lara e Hilda Paredes fueron interpretadas por el Ensamble Redes, la soprano Susan Narucki y el barítono Randall Scarlata, en un concierto fuera de lo común.
David Núñez (violín), Alexander Bruck (viola), Wilfrido Terrazas (flauta), Fernando Domínguez (clarinete), Pablo Gómez (guitarra) e Iván Manzanilla (percusiones) ejecutaron las piezas de manera no convencional en algunas ocasiones, mientras que con técnicas vocales contemporáneas Narucki y Scarlata cantaban los poemas de Shakespeare.
Esa armonía que seduce mis oídos se titula el programa que sorprendió al público en el Festival Internacional Cervantino (FIC).
El año pasado, el festival comisionó las piezas a los compositores para mostrar la vigencia de los sonetos de Shakespeare, cuyos temas son el amor, el dolor, la muerte y la procreación, como en Romeo y Julieta, Hamlet y Macbeth.
“Esa armonía que seduce mis oídos es un concierto donde escucharán y también van a ver cosas jamás vistas en el fascinante mundo de la música”, advirtió Pablo Gómez, integrante del ensamble, en una charla introductoria para el público.
El también coordinador de música contemporánea del festival dijo que en el siglo XXI conceptos como armonía y ritmo, a los que están acostumbrados los mexicanos, han evolucionado, debido a que cada compositor escribe en su propio sistema de armonía.
Inspirada en el soneto 43, Georgina Derbez creó una especie de pintura musical en la que plasmó el pensamiento del escritor inglés sobre la ensoñación en el amor, cuando se evoca al ser amado. Víctor Ibarra hizo una recreación visual del soneto 24 e Hilda Paredes retomó el poema 129 y se enfocó en el tema del delirio y la locura provocados por la lujuria.
El concierto fusionó lo antiguo de los textos de Shakespeare con las piezas modernas de los mexicanos y la maestría musical de los estadunidenses Narucki y Scarlata.