La lluvia no encogió el arrojo de los asistentes al segundo día de actividades de la quinta entrega del Festival Corona Capital; las tropas de asistentes vagaron por todos los rincones del Autódromo Hermanos Rodríguez para disfrutar del encuentro musical.

El escenario principal abrió con los californianos de Charming Liars; en el secundario, Cut Snake, y en el tercero, James Bay.

Al momento en que terminó la actuación de Young and Sick y White Denim, a las 16:10 horas, la lluvia cayó a cántaros, pero los prevenidos jóvenes ya contaban con impermeables y permanecieron estoicos frente a los diferentes escenarios.

Como la lluvia era copiosa, el encuentro fue interrumpido algunos momentos. Ya en la página del Corona Capital se había advertido: En caso de que el día de hoy se pueda presentar una tormenta eléctrica, por seguridad de los asistentes suspenderemos los actos en vivo y reiniciaremos actividades tan pronto las condiciones climáticas y técnicas lo permitan. Apelamos a su comprensión y esperamos disfruten el cierre del Corona Capital.

Afortunadamente, la lluvia cesó y las actividades del Corona Capital continuaron de acuerdo con el programa. Las áreas verdes se transformaron en interminables lodazales y el libre tránsito de un escenario a otro se hizo lento. No obstante, algunos sortearon el lodo para llegar más rápido a su destino.

La imagen de los asistentes con lodo hasta las rodillas predominó en el transcurso del festival; fue la quintaesencia del encuentro.

Chvrches, bandita buena ondita para el Coyoacán y el Condechi way of life, se rifó con unas rolitas que todo mundo festejó de una manera desmedida para los argumentos musicales expuestos.

Sam Smith, una sorpresa por el desmadre musical que armó, y Hozier lograron buena acogida del público. Hicieron olvidar el lodazal y guardar los impermeables. Claro, cada uno en sus respectivos escenarios.

Llegó el turno de St. Vicent, que interpretó sus temas aterciopelados, los cuales por momentos recordaron a una cantante islandesa muy famosa, pero el público lo festejó como si se tratara de una propuesta original.

El desmadre musical también fue provocado en el escenario Doritos por PhillipGorbachev, Kate Boy y Cashmere Cat.

Para el cierre del Corona Lodazal, como jocosamente lo bautizaron algunos de los asistentes, aún faltaban por actuar Kasabian, Kooks, Belle and Sebastian, Damon Albarn, Beck y la noruega Lykke Li.

Por otra parte, el cierre del sábado, después de que el Festival Corona Capital se suspendió 60 minutos, a las 23:40 horas salió, para quitar el mal sabor de boca, el multinstrumentista Jack White, quien con guitarras omnipresentes y batería con platillos y tambores resonadores edificó un hábitat musical para los escasos 25 mil aferrados a los que no espantó la lluvia. El agua ahuyentó a alrededor de 60 mil fanáticos.

Moviéndose por todo el escenario, taconeando en sus escalas para interactuar con sus músicos, Jack White, dio, sólo para ser precisos, un refinado concierto, que comenzó con Dead Leaves and The Dirty Ground, surcando por Little Ghost y sus discos Blunderbuss y las rolas de su trepidante Lazaretto.

El discurso visual en las pantallas, en blanco y negro, incluyó imágenes de diferentes videos y tomas del también productor y actor.

La actuación de los MGMT se hizo imposible, pero los educados neoyorquinos lanzaron el mensaje por el sonido: Hola a todos, sentimos mucho, pero actuaremos después de Jack White. Nos vemos al rato. Gracias. Y así ocurrió.