Los primeros hallazgos comparativos de la Encuesta de Salud Mental Adolescente, realizada en el Distrito Federal y área conurbada en 2005, a la cual el año pasado se le dio seguimiento, sugieren que la generación actual de adolescentes tiene una mayor incidencia de trastornos siquiátricos que las generaciones anteriores en esta etapa de desarrollo.

En conferencia de prensa, la doctora Corina Benjet, experta de la Dirección de Investigaciones Epidemiológicas y Psicosociales del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, aseguró que dichos indicios son preocupantes y precisó que los jóvenes están más afectados por estos males debido a estrés crónico sufrido en la infancia, a haber estado expuestos a situaciones violencia y por sucesos traumáticos agudos que pueden ocurrir sólo una vez, como por ejemplo asaltos o violación.

Benjet –quien fue reconocida por la Fundación Manuel Camelo por su sobresaliente trayectoria enfocada en la investigación epidemiológica sobre la salud mental en adolescentes y que recibirá el Premio a la Investigación mañana viernes– detalló que en la encuesta original, 68 por ciento de los adolescentes reportaron haber sufrido algún suceso traumático.

La sicóloga subrayó que aproximadamente la mitad de quienes desarrollaron algún tipo de trastorno siquiátrico, lo hicieron antes de cumplir 21 años de edad y destacó que la violencia en cualquiera de sus formas, ya sea en el hogar, como a nivel social, genera gran impacto en los jóvenes y puede detonar problemas mentales.

“No preguntamos en específico sobre violencia derivada del crimen organizado, pero posiblemente algunas de las cosas que dijeron pudieron haber estado relacionadas con eso, pero no lo sabemos. Lo importante no es si es violencia por crimen organizado o de una persona en particular. El efecto es el mismo al vivir un estrés a causa de que tu vida está en peligro o la de un ser querido, esos son factores de estrés; además, vemos que la violencia sexual tiene un impacto particularmente fuerte.

La violencia genera efectos en la salud física, generando trastornos mentales, como depresión, estrés postraumático, problemas de conducta, abusos de sustancias tóxicas, particularmente de alcohol.

Detalló que la primera encuesta se realizó en 2005 a 3 mil cinco jóvenes de entre 12 y 17 años de edad, y el año pasado se dio seguimiento a mil 71 de ellos, que ahora tienen entre 21 y 26 años de edad, es decir, son adultos jóvenes. Precisó que al ser encuestados nuevamente en 2013, reconocieron que los principales problemas ligados a su salud mental son la depresión y el abuso de alcohol.

Según el Instituto Nacional de Psiquiatría, de uno a 11 jóvenes ha sufrido un trastorno siquiátrico severo en el año anterior: en uno de cada cinco es moderado y en uno de cada 10 leve. Los problemas más frecuentes son ansiedad, seguidos de impulsividad, depresión y, por último, el consumo de sustancias.

Las mujeres adolescentes tienen mayor riesgo de sufrir depresión y ansiedad, mientras los varones padecen trastornos por uso de sustancias tóxicas. Sólo uno de cada seis jóvenes con un problema de salud mental busca y recibe atención especializada.