El proceso electoral de 2015 empieza hoy, y no en el mejor escenario, por los tiempos estrechos para solventar una reforma compleja, lo que coloca al Instituto Nacional Electoral (INE) frente a la posibilidad de incumplir su encomienda, poniendo en riesgo los comicios del próximo año.

Lorenzo Córdova, presidente del instituto, plantea dicho panorama en entrevista con este diario, pero afirma que trabajan para vacunar, blindar la elección y así evitar enfrentar los peores escenarios, trazados desde su oficina como previsión.

Unas horas antes de encabezar la sesión donde el INE dará inicio al proceso electoral, entra y sale de reuniones que permiten afinar acuerdos y reglamentos creados rápidamente, tarea que le dejó el Legislativo por la premura de la reforma.

Al preguntarle qué riesgos enfrentan ante tantos vacíos que les dejaron, responde: “que no logremos cumplir esta encomienda, culminar la fiscalización en tiempo y forma, porque antes teníamos seis meses para revisar 6 mil informes, ahora son 45 días para 75 mil.

Si no lo hacemos, desde la atribución de la autoridad electoral podríamos poner en riesgo un proceso muy complejo, por la carga política que está en juego: se renueva la Cámara de Diputados y nunca antes habíamos tenido 17 elecciones concurrentes, de las cuales nueve son de gubernaturas.

En su despacho hay una escultura de diablitos de barro votando en una casilla, elaborada por artesanos de Churumuco, Michoacán, la tierra de su padre, el extinto politólogo Arnaldo Córdova. José Woldenberg, de quien fue asesor, recibió en obsequio una similar, y el actual presidente del INE mandó hacer la suya, pero acota que esos votantes de barro no cometen diabluras electorales.

El pasado viernes, los 11 consejeros se reunieron con el presidente Enrique Peña Nieto en Palacio Nacional. Explica que no hablaron de los organismos públicos locales (Oples), pero sí de la coordinación que deberán establecer con la Secretaría de la Defensa Nacional, entre otras dependencias.

A Córdova le preocupa que la violencia inhiba el voto, y por eso plantea, ocho meses antes de la elección de junio de 2015, la necesidad de trabajar para que los comicios no se vean afectados.

Define como estridentes y desproporcionadas las quejas de los partidos (PRD, Morena y el senador Javier Corral ya impugnaron) sobre un supuesto sesgo priísta en la conformación de los Oples.

Responde con un argumento matemático –sus críticos han recurrido mucho a la estadística– para defenderse. Explica que en la conformación de los consejos electorales hubo un total de 198 votos posibles. Sólo hubo siete en contra, es decir, 93 por ciento de un consejo que no es homogéneo.

Ante la impugnación contra algunos integrantes de los Oples por ser ex asesores de consejeros del INE, este abogado explica que no ve problema en ello: tengo un grupo de asesores y aspiraría a que pudieran tener carrera electoral. Yo fui asesor, nadie me ha regalado nada.