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La Máquina se reconcilió con su público, que festejó en grande la goliza al superlíder

América pierde su segundo clásico; está vez cayó 4-0 ante Cruz Azul

Jugamos mal, pero es un cachetazo a tiempo, dijo un triste Mohamed

Puede ser el parteaguas que nos fortalece para cerrar bien el torneo: Tena

Hubo trifulcas afuera del estadio

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Christian Giménez, Mariano Pavone y Joao Rojas, tres de los anotadores celestes, celebran la victoria sobre las Águilas. El otro que marcó fue Gerardo FloresFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 5 de octubre de 2014, p. a13

El superlíder perdió un segundo clásico cuando esta tarde se llevó la peor paliza del torneo al caer por rotundo 4-0 ante un Cruz Azul que vivió una fiesta y aprovechó el contexto –un estadio bullicioso y colmado– para reconciliarse con su público, que festejó en grande y al final coreó eufórico: “Oeeee, oeeee, oe, oe, oe cada día te quiero máaaas…”

Las Águilas, que en la presente campaña tampoco pudieron vencer a Pumas, siguen en la cima con 26 unidades, pero el triunfo para los celestes significó un tanque de oxígeno que los motiva para luchar por un boleto a la liguilla, tras sumar 16 unidades, luego de las anotaciones de Mariano Pavone, al minuto 15, Christian Giménez (84), Gerardo Flores (89) y Joao Rojas (93).

En los clásicos las estadísticas quedan a un lado y así lo demostró La Máquina, cuyo juego fue superior en la primera parte, para irse al descanso con ventaja de 1-0 tras el golazo de Pavone.

El partido comenzó con llovizna, cielo gris oscuro y el retraso de 15 minutos, tiempo que determinaron los árbitros al observar una tormenta eléctrica en la zona poniente de la ciudad.

En la cancha las cosas pronto comenzaron a teñirse de azul. Al minuto siete Xavi Báez desaprovechó una gran ocasión: estaba solo frente al segundo poste, pero disparó de forma pésima y la opción se esfumó.

Al 15, Pablo Barrera descolgó por la derecha y cedió para Mauro Formica, quien se situó a espaldas de los defensores; Mauro terció hacia Pavone, quien remató de primera. Fue un disparo cruzado que entró a la izquierda del guardameta Moisés Muñoz.

Al minuto 25 el técnico amarillo, Antonio Mohamed, mandó a calentar a Luis Gabriel Rey, quien entró 10 minutos más tarde en lugar de Osmar Mares. Sin embargo, La Máquina se mantuvo dominante y las Águilas pasaban apuros para contener a Joao Rojas.

El inicio del complemento se pintó de amarillo. Las Águilas desempolvaron el buen quehacer mostrado durante gran parte del torneo; se apropiaron del balón y Arroyo desquició a la zaga cementera con incursiones veloces.

Luis Fernando Tena –estratega local– buscó resolver el apremio con la entrada del consentido Christian Giménez en sustitución de Formica. Los aplausos por la entrada del Chaco cesaron de pronto porque Jesús Molina casi anota mediante un cabezazo que pasó ligeramente desviado.

El Flaco Tena hizo un segundo cambio: metió al Jerry Flores y sacó a Rogelio Chávez.

El Chaco tuvo una gran acción al 69, cuando se perfiló a velocidad hacia la meta, donde soltó el tiro, pero la frustración fue instantánea porque Muñoz voló para desviar y evitar el tanto.

Al 84, el mismo Joao corrió por la derecha, remitió un centro que no pudo rematar Pavone, pero el Chaco apareció frente al segundo poste para encajar el 2-0. En adelante la fiesta fue de intenso azul, porque al 89 Flores encajó el tercero al bajar de forma magistral un servicio de Pavone.

El toque final fue el gol de Rojas, al 93: aprovechó el desconcierto en la zaga americanista, llegó por la derecha y con tiro cruzado anotó el cuarto.

Antes del partido, afuera del inmueble hubo riñas entre aficionados de ambos equipos y contra la policía, que realizó varias detenciones. Algunos fanáticos lanzaron petardos, otros trataron de dar portazo y se generaron varias trifulcas, a pesar del dispositivo de mil 500 elementos de seguridad.

Mohamed admitió: Jugamos mal, un primer tiempo sin idea, estamos tristes y golpeados, pero seguimos arriba en la tabla. Perder no le gusta a nadie, esto es un cachetazo a tiempo, debe servir de aprendizaje... tampoco es un drama para nosotros. Hoy Cruz Azul tampoco es el mejor ni América el peor, viene otro partido y tenemos que ganar el próximo y recuperarnos rápido... Lo único es que quedamos dañados en el orgullo.

Tena manifestó que “lo más importante es la alegría de nuestra gente, es algo que le debíamos en este torneo. Hoy pudimos hacer un gran partido y ganarle a un equipo de la categoría del América...

Fue uno de esos juegos raros en los que a uno le sale todo bien y al otro mal, pero puede ser el parteaguas que nos fortalece para cerrar bien el torneo. Cruz Azul ganó con justicia, pero sabemos que aún estamos a media tabla, debemos ser consistentes, en el vestidor todos están conscientes de nuestra realidad.