En México hay alrededor de 300 mil máquinas tragamonedas, la mitad son ilegales y están vinculadas al crimen organizado, con ingresos anuales de 20 mil millones de pesos, aseguró la Secretaría de Gobernación (SG).

En cuanto a jugadores constantes, la dependencia calcula que hay 2.5 millones en todo el país, de los cuales cien mil (4 por ciento) son ludópatas, es decir, adictos a esta actividad.

La directora general de Juegos y Sorteos de la SG, Marcela González, citó a conferencia de prensa para hablar de los operativos para decomisar maquinitas instaladas regularmente en pequeños comercios, plazas y parederos de autobuses.

Dijo que estos aparatos operan fuera de la ley y son altamente adictivos, especialmente en perjuicio de niños y jóvenes, en un cuadro adictivo similar al que dan drogas fuertes como la cocaína y el crack.

“Por ello llegan a robar, se incorporan al pandillaje, extorsión, secuestro…son una fuente de corrupción de menores y su uso no es un juego, es una adicción que abre la puerta a la delincuencia”, señaló.

Según la autoridad, las tragamonedas son parte de un engranaje de delitos y vicios (principalmente pues no hay ningún control sobre su funcionamiento); incluso planteó que los niños que juegan maquinitas se convertirán en los sicarios del crimen.

Gobernación calcula que en el país habrá unos 150 mil, de los cuales ha decomisado –de julio a la fecha– apenas 8 mil, por lo que llamó a la ciudadanía a denunciar, vía teléfono de la policía federal, los lugares en los que proliferan esas máquinas.

Sin embargo, este mismo proceso adictivo es legal en los casinos autorizados por el gobierno federal y locales; de éstas, validadas por la autoridad, hay unas 120 mil en todo el país, aunque –precisó González Salas– hay establecimientos que tienen 500 o 600 artefactos para la apuesta.

La funcionaria argumentó que no hay sinrazón en decomisar las maquinas callejeras y permitirlas en casinos registrados porque las primeras carecen de controles y están al alcance de los niños, mientras en los locales avalados por la autoridad sólo deben entrar adultos, quienes tienen libre albedrío para decidir en qué gastan su dinero.

Dijo que el juego existe y no se puede prohibir, sólo controlar. Ejemplificó que en Brasil la prohibición sólo provocó el juego clandestino.

Protestan dueños

En tanto, dueños de máquinas realizaron ayer una manifestación del centro de la capital a la Cámara de Diputados para so- licitar a la Secretaría de Gobernación, y a los legisladores, el cese de los operativos para el decomiso de estos aparatos.

Agrupados en la llamada Federación Nacional y Metropolitana de la Industria del Entretenimiento señalan que Gobernación ha emprendido campañas negras contra esta actividad y sus operativos son ilegales.

Ante el próximo debate en torno a la ley de juegos y sorteos, en la Cámara de Diputados, los dueños de las máquinas tragamonedas instaladas básicamente en pequeños comercios, rechazan los señalamientos respecto de que son parte de los giros negros de la delincuencia organizada.

Somos un grupo de mexicanos del que dependen unas 250 mil familias de la industria del entretenimiento en todo el país, que se dedican a la fabricación, operación, reparación, venta y distribución de máquinas de videojuegos, juegos electromecánicos y mecánicos de destreza, afirman.