Domingo 28 de septiembre de 2014, p. 27
Hong Kong, domingo 28 de septiembre.
Miles de manifestantes defensores de la democracia se concentraron desde la noche de este sábado ante la sede del gobierno de Hong Kong, en un intento de mantener una campaña de desobediencia civil cada vez más tensa que reclama mayores libertades políticas a Pekín.
Los manifestantes, equipados con las protecciones necesarias ante la posibilidad de que la policía pudiera emplear spray de pimienta, se amontonaron ante las puertas del complejo, donde 74 personas habían fueron detenidas el viernes, según reportes conocidos este sábado.
Varias líneas de agentes de policía intentaron repeler a los asistentes con escudos antidisturbios, después de haber desalojado a decenas de personas que entraron en el recinto del complejo el viernes por la noche, en una protesta contra la reciente decisión de Pekín de limitar el sufragio universal para las elecciones de 2017 en Hong Kong.
El grupo de defensa de la democracia Occupy Central anunció durante la protesta el adelanto de su plan de reunir a miles de activistas y tomar partes clave del distrito financiero de la ciudad.
Esta acción estaba prevista para el 1 de octubre, pero durante un discurso en medio de la protesta a primera hora de este domingo, el cofundador del grupo Benny Tai dijo: "Occupy Central empieza ahora".
Los organizadores tocaron canciones y dieron discursos que fueron recibidos entre aplausos. Los manifestantes colocaron puestos de primeros auxilios y puntos de reciclaje y se repartía agua, alimentos y útiles de protección. Los grupos estudiantiles lideran una campaña de desobediencia civil esta semana.
La policía desalojó este sábado a unos 50 manifestantes que ocupaban desde la víspera la sede del gobierno de Hong Kong, para protestar por la decisión de Pekín de mantener bajo su estrecho control la elección de los líderes de este territorio.
El viernes se habían manifestado más de dos mil personas, muchas de ellas estudiantes de secundaria y universitarios, antes de que unas 150 personas irrumpieran en el complejo gubernamental hongkonés.
La acción del viernes ponía fin a una semana de protestas, que comenzaron el lunes, cuando 13 mil estudiantes se reunieron en un campus en el norte de la ciudad, según los organizadores. En un comunicado, el gobierno "lamentó" la irrupción de los manifestantes en el complejo gubernamental. También informó de personal de seguridad, agentes y manifestantes heridos, sin precisar.
Estaba previsto que las acciones terminarán el viernes, pero el anuncio de Occupy Central da a entender que la campaña de desobediencia civil continuará un tiempo.
China anunció en agosto que el futuro jefe del ejecutivo local sería elegido por sufragio universal a partir de 2017, pero entre dos o tres candidatos seleccionados por un comité bajo la autoridad de Pekín.
Desde que Reino Unido le devolvió Hong Kong a China en 1997, este territorio se rige por el acuerdo "un país, dos sistemas", que otorga mayores libertades civiles, entre ellas la libertad de expresión y de protesta.
En julio, medio millón de manifestantes salió a las calles de Hong Kong para protestar por la influencia creciente de Pekín en los asuntos de la ciudad.
Para el analista político Sonny Lo, esta última campaña ha marcado un giro. "A partir de ahora va a haber más enfrentamientos, tal vez violentos, entre la policía y los ciudadanos", dijo a la Afp.