Zacatecas, Zac., 25 de septiembre.

El neurocirujano Carlos de la Torre Tosca fue relevado de la delegación del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) en Zacatecas. En su lugar fue nombrado Humberto Javier Romero Gudiño, funcionario de la institución en la ciudad de México.

En una reunión extraordinaria del consejo consultivo delegacional, el director de delegaciones del Issste, Alfredo Villegas Arreola, aseguró que la salida de De la Torre es parte de un “relevo institucional, un intercambio y reacomodo de mil 600 compañeros.

Con mucho respeto de los ordenamientos, pero en armonía con el sindicato, venimos a presentar (a Humberto Javier Romero Gudiño). Esta delegación lleva buen rumbo; hay inversión y los problemas son superables, añadió.

Desde hace más de año y medio, médicos y enfermeras del hospital general de la ciudad de Zacatecas habían acusado al ahora ex delegado de acoso laboral y lo responsabilizaron de la falta de equipo, medicamentos e instrumental en quirófanos.

La crisis se agudizó el 11 de agosto reciente, cuando Irma Serrano Esparza, de 48 años de edad, abandonó el hospital, desesperada porque estuvo internada cinco días en espera de una cirugía.

El 26 de agosto, 12 médicos de alta especialidad revelaron a La Jornada las múltiples carencias y deficiencias administrativas en el hospital, de las que culparon al delegado del Issste.

Respaldados por Eduardo Reyna, delegado de la sección 37 del sindicato del Issste, los especialistas señalaron que la situación del hospital general en Zacatecas, que atiende a más de 180 mil derechohabientes, era insostenible, y demandaron la intervención del presidente Enrique Peña Nieto, del director general del Issste, Sebastián Lerdo de Tejada, y de la secretaria de Salud, Mercedes Juan López.

Después de reuniones con funcionarios del Issste y del gobierno de Zacatecas, el anestesiólogo José Enrique Zamora Barrón y el oncólogo José Cresencio López Sánchez se pusieron en huelga de hambre durante cuatro días.

Médicos ganan apenas $2,200 a la quincena, sin prestaciones

Les prometen 469 lugares

Saúl M aldonado, René A. López y Eirinet Gómez, corresponsales

Unos 2 mil trabajadores de la Secretaría de Salud de Durango laboran bajo contrato, y quienes se han manifestado para solicitar basificación han sido amenazados por sus jefes con ser dados de baja, denunciaron los propios empleados.

Un grupo de enfermeras y médicos que trabajan en los Hospitales General 450 Materno-Infantil y en el de Salud Mental se reunieron en la plaza Cuarto Centenario, en la capital duranguense, y desplegaron una manta para exigir al gobernador, Jorge Herrera Caldera, y al secretario de Salud, Eduardo Díaz Juárez, respuesta inmediata a su petición de bases.

Monserrat, enfermera titulada, dijo que al personal que ha expresado su molestia por no tener prestación alguna le han dicho que no se le renovará contrato, a pesar de que algunos tienen hasta 14 años en ese régimen.

Muchos ya no quieren decir nada; temen perder lo poco que nos están pagando. A enfermeras y médicos titulados nos pagan 2 mil 200 pesos por quincena y a los que no se han titulado les pagan mil 700, sin prestaciones ni seguridad social, comentó.

José, médico, señaló que les imponen jornadas de 12 horas y hasta de 24 cuando falta algún médico o enfermera de base. Si nos negamos, simplemente ya no nos renuevan el contrato, comentó.

Emilio Arreola Chairez, secretario técnico de Salud, dijo que el personal tiene derecho a manifestarse; de ninguna manera se les va a despedir y menos por exigir un derecho. No obstante, advirtió que a quienes falten a laborar se les aplicarán los descuentos de ley.

Por la tarde los inconformes se reunieron con Eduardo Díaz Juárez, secretario de Salud del estado, quien les reiteró que para octubre se otorgarán las primeras 469 bases de 2 mil que se pretende regularizar en corto plazo.

Los trabajadores abandonaron la reunión en protesta porque se les ha negado la lista de los 469 aque serán basificados.

Renuncia masiva en Córdoba

Directores de 49 centros de salud y 52 encargadas de enfermeras y personal de la jurisdicción sanitaria 6, con sede en Córdoba, Veracruz, renunciaron en masa a la Secretaría de Salud del Estado, a cargo de Juan Antonio Nemi Dib.

Margarito Ramos Gómez, secretario general de la subsección 8 de la sección 26, dijo que el personal sindicalizado protesta por falta de herramientas de trabajo, deficiencias de infraestructura, vehículos en mal estado y la reducción de viáticos. Además, los centros de salud carecen de medicamentos, pese a que en el almacén hay existencias, aseguró.

El secretario estatal de Salud, Antonio Nemi Dib, dijo que asignarán a otras personas para no detener la atención a los pacientes.

El funcionario afirmó que el plantón instalado desde hace tres días fuera de la jurisdicción sanitaria y la renuncia masiva obedece a que se denunciaron irregularidades cometidas por trabajadores sindicalizados que temen perder sus privilegios.

En Orizaba se han detectado más de 80 casos de abandono de trabajo, falsificación de documentos de viáticos, sustracción de combustible, improductividad y venta de plazas, dijo.

En Villahermosa, empleados del Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de Tabasco se plantaron frente al palacio de gobierno para demandar reconocimiento al Sindicato Independiente Democrático de esa institución que, aseguran, está integrado por mil 127 trabajadores, 75 por ciento del total.

Acusaron al titular de la dependencia, Agapito Domínguez Lacroix, de ignorar las minutas en las que reconoció a dicho gremio.

Esmeralda Sánchez Merino, secretaria general del sindicato, inició una huelga de hambre frente a las oficinas del instituto.