Zacatecas, Zac., 20 de septiembre.

Luego de dos meses y medio de haber comenzado su periplo de Zacatecas rumbo a Chihuahua, recorriendo apartadas comunidades rurales desérticas para llevar su teatro trashumante a públicos campesinos, los integrantes de El Carretón del Desierto, Kasia Sek y Jaime Hevia, se encuentran detenidos en el sur de Coahuila.

Desolados, los artistas de origen europeo intentan sacar ánimo de las piedras, pues no han encontrado quien les proporcione de forma solidaria, gratuita, el apoyo logístico con un camión de carga para hacer un puente carretero que los traslade junto con sus tres equinos, su carretón, decenas de títeres y un burro, hasta la comunidad de Hércules, Chihuahua.

El otoño está en puerta y el viento comenzó a soplar fresco en el desierto que comparten Coahuila y Zacatecas. Pronto llegará el crudo invierno al norte de México y eso hará más difícil la realización de su utopía: llevar el arte y la cultura “a quienes más lo necesitan, a los nadies del sector rural de esta región de México, sin cobrar un solo peso por sus funciones. Viven de lo que la gente les comparte para comer, beber y dormir.

Por ello la joven polaca Kasia Sek y el español Jaime Hevia piden auxilio mediante un correo electrónico enviado al corresponsal de La Jornada, para pedir que un buen samaritano que disponga de un camión de carga, les de ese ride obligado.

Requieren salir desde el municipio de Viesca, Coahuila, para sortear en ese transporte anhelado autovías de cuota y grandes extensiones desérticas intransitables para nosotros, como la Zona del Silencio o el Bolsón de Mapimi.

Persiguen su sueño de emular “la antigua tradición de los cómicos errantes que se estilaba en gran parte de la vieja Europa hasta principios del siglo XX, como sucedía en La barraca, de Federico García Lorca, llevando el teatro a bordo de carretones hasta los pueblos más remotos”, describe Jaime Hevia en su reporte para este diario.

“Con esta inspiración –en el año 2010– surgió nuestra compañía, en una comunidad rural de Charcas, San Luis Potosí. Construimos un carretón a la medida de nuestras necesidades, compramos unos caballos y empezamos nuestro proyecto. Al principio no sabíamos si nuestra utopía personal iba a ser viable”.

Sin embargo, refiere Jaime Hevia, con gusto a medida que íbamos representando nuestras funciones por las comunidades el camino se nos fue abriendo, ya que a este contexto rural no llega ningún tipo de acto cultural y la gente siempre nos ha recibido con gran curiosidad e interés.

Con nuestra estética ecuestre carretonera los recuerdos afloran en las personas más mayores y se anclan en los más jóvenes. Es el fin de una época que en nuestro pequeño teatro nómada todavía sigue con vida.

En este contexto, relata Jaime solicitamos encarecidamente a los organismos e instituciones que sean competentes, un transporte ganadero para cubrir el tramo Viesca-Hércules. Una vez llegado a este municipio de Chihuahua se plantea una gira hasta el municipio de Julimes. Remata: Por otra parte, estamos abiertos a propuestas y colaboraciones con artistas locales de diferentes disciplinas que ayuden a enriquecer y documentar este gran viaje.

Los creadores de El Carretón del Desierto son Kasia Sek, licenciada en teatro, con especialidad en marionetas por la Escuela Nacional de Teatro de Cracovia, campus de Wroclaw, de Polonia. Jaime Hevia Aza es maestro especialista en educación física por la Universidad Complutense de Madrid, miembro de la escuela de circo Carmpa de Madrid, España. Contacto: [email protected]