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Involucramos conocimiento científico en elaboración de políticas públicas

Señala que la creación de la dependencia obedece a la necesidad de proporcionar información al gobierno para tomar decisiones adecuadas

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El también investigador emérito de la UNAM, René Drucker, en entrevistaFoto Pablo Ramos
 
Periódico La Jornada
Domingo 21 de septiembre de 2014, p. 30

Fuera de su ámbito natural, la academia, y por ahora parte de la burocracia de la capital en su papel de secretario de Ciencia y Tecnología del Gobierno del Distrito Federal (GDF), el científico René Drucker Colín tiene frente a sí uno de sus mayores retos: demostrar que la ciencia y la tecnología son herramientas que se pueden utilizar para resolver los problemas que aquejan a la ciudad de México y obtener beneficios directos para sus habitantes.

Con esa premisa llegó al gabinete del jefe del Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, y para ello construyó los cimientos de la nueva dependencia capitalina y dio un giro al trabajo que desde el Instituto de Ciencia y Tecnología se desarrollaba en el ramo.

Era como un pequeño Conacyt del Distrito Federal. Ha-cían convocatorias, daban becas y financiaban algunos proyectos de investigación de ciencia básica, lo que me parece fundamental, pero para eso está el consejo que apoya esos esfuerzos y que necesita dar más recursos para ello, expone.

Destaca en entrevista con La Jornada que se decidió tomar otro rumbo. Creo lo que la secretaría debe ser, una herramienta para el gobierno y la clase política del Distrito Federal, que deben utilizar la información brindada por la ciencia y la tecnología con el fin de tomar decisiones adecuadas, apunta.

Bajo esa visión, la dependencia apoya 25 proyectos relacionados con salud, medio ambiente y movilidad, entre otros temas, que van desde la creación de un anticonceptivo masculino, un tratamiento para los trastornos del movimiento y del sueño, dispositivos para verificar la potabilidad del agua, hasta la promoción del uso de vehículos eléctricos y el prototipo de un funicular.

Un ejemplo concreto sobre el papel que juega el conocimiento científico en la elaboración de las políticas públicas es un estudio que en breve se dará a conocer sobre el impacto en la contaminación ambiental que generan los 30 mil topes existentes en la ciudad.

“Se sabe que frenar y acelerar un automóvil aumenta 10 veces la emisión de dióxido de carbono, y ahora con este análisis también se conoce cuál es el impacto en el sistema respiratorio y en algunos padecimientos. Los datos –advierte– son preocupantes”, pero acota: A nosotros no nos toca retirar topes y hacer campañas de civilidad, pero sí dar la información necesaria para que se tomen decisiones al respecto.

Otro proyecto de gran interés que se impulsa es la creación de un centro de investigación del envejecimiento, que se trabaja junto con el Conacyt y el Instituto Max Planck de Alemania. La idea, explica, es que tenga dos áreas: por un lado, la ciencia básica, para ayudar a que la gente envejezca sana; y otra, las ciencias sociales, que puedan generar políticas públicas para este sector.

A la par, Drucker plantea impulsar la innovación tecnológica, pero admite que existen elementos que hacen un tanto difícil ser exitoso en este ramo, y menciona el caso de los vehículos eléctricos, que podrían ser utilizados como taxis o de reparto, pero su entrada al mercado dependería, por un lado, del interés de la iniciativa privada, y por el otro, de contar con una tarifa de energía menor al costo del combustible.

Ahí, el investigador emérito de la UNAM reconoce que poco se puede hacer desde la dependencia a su cargo, cuyo trabajo concluye al terminar el proyecto. Nosotros tratamos de ayudar, de juntar a los interesados, pero finalmente, la concreción tiene que quedar en manos de otros, porque ni tenemos personal para hacer eso, ni quiero que esta secretaria haga negocios.

Con algunos proyectos ya concluidos y otros en curso, confía en que pronto haya los resultados que permitan ver la contribución del conocimiento científico. Si lo demostramos, a lo mejor nos empiezan a dar mayores recursos, apunta, al precisar que para este año se contó con un presupuesto de 300 millones de pesos, que requiere ser duplicado para 2015.