Nueva York, 19 de septiembre.

El comisionado de la NFL, Roger Goodell, admitió los errores en el tratamiento de los escándalos de violencia doméstica protagonizados recientemente por varios jugadores y prometió aplicar medidas más duras.

Desafortunadamente, durante las últimas semanas hemos visto demasiado de la NFL cometiendo errores. Eso empieza conmigo, dijo Goodell en una rueda de prensa convocada para atajar la crisis que afecta a la liga de futbol americano de Estados Unidos.

El organismo se ha enfrentado a duras críticas por no haber actuado rápido o con suficiente firmeza ante los actos indebidos de algunos de sus profesionales.

No se pueden repetir los mismos yerros, dijo Goodell, quien admitió no haber entendido completamente el caso de Ray Rice: He decepcionado a los fans, a nuestros socios y a mí mismo.

El dirigente se comprometió a poner la casa en orden, en medio de una tormenta mediática. Nada está fuera de la mesa, dijo Goodell a los periodistas, y agregó que espera que las políticas puedan estar en funcionamiento para el Super Bowl de finales de temporada, que se realizará a principios de 2015.

Insistió en que tiene el apoyo de los dueños de los equipos, y cuando le preguntaron si consideraba renunciar, respondió: No. Estoy concentrado en hacer mi trabajo de la mejor forma. Tengo el apoyo, eso me ha quedado claro.

Sin embargo, aceptó que la respuesta de la liga y los equipos no había sido la correcta.

Goodell destacó hoy la complejidad de los casos y el derecho de todos al debido proceso y a respetar la justicia civil mientras se defiende la integridad de la NFL, la cual tiene previsto crear un nuevo comité de conducta personal y nuevas normas para los jugadores de la liga.

En un documento enviado a los equipos la noche del pasado jueves, el comisionado indicó que dentro de los próximos 30 días todo el personal de la NFL y de los equipos participará en sesiones educativas sobre comportamientos agresivos.

El comunicado destaca que la liga trabajará con el sindicato para ofrecer la información y herramientas, a fin de comprender e identificar la violencia doméstica y la agresión sexual

Por otra parte, la NFL anunció la colaboración con una línea telefónica que ayuda a combatir los ataques en casa y con un centro contra las agresiones sexuales. La liga aportará apoyo financiero, operativo y promocional.

El objetivo, según Goodell, es que puedan ayudar a más personas afectadas por esos flagelos.

Mientras los casos van saliendo a la luz, grupos como la Organización Nacional de la Mujer y socios y patrocinadores de la NFL han arremetido contra ésta para que muestre interés en lidiar con ellos. El Congreso de Estados Unidos también está atento para ver cómo reacciona.

El ex director del FBI, Robert Mueller, conducirá una investigación independiente sobre el manejo de la NFL en el caso de Rice. Goodell previamente había anunciado la contratación de tres expertos sobre violencia doméstica como asesores de alto nivel de la liga.

La revista Forbes estimó en agosto pasado que el valor promedio de los 32 equipos de la NFL es de mil 43 millones de dólares, el más alto en 17 años.

Los ataques

Ray Rice, corredor de Cuervos de Baltimore, fue suspendido dos partidos por golpear en febrero pasado a su entonces prometida y ahora esposa. La crítica inicial por la laxa suspensión creció cuando el 8 de septiembre se publicó el video de la agresión, en el que se ve cómo Rice deja inconsciente a su novia tras un puñetazo que le asestó en un ascensor de un casino de Atlantic City. El jugador ahora está suspendido de forma indefinida.

La semana pasada también se conoció la acusación contra Adrian Peterson, de Vikingos de Minnesota, por maltratar a su hijo de cuatro años, a quien supuestamente golpeó con una rama de árbol, provocándole cortes y magulladuras en las piernas, según las fotos publicadas.

Además, Ray McDonald es investigado por golpear a su prometida, embarazada, pero sigue jugando con San Francisco.

Greg Hardy fue condenado en julio pasado por agredir a su novia, pero no generó una sanción de la liga. Su equipo, Panteras de Carolina, lo ha apartado del plantel.

Jonathan Dwyer salió el pasado jueves de prisión tras pagar una fianza de 25 mil dólares, acusado de romper presuntamente la nariz a su mujer al propinarle un cabezazo. Ha sido suspendido por su equipo, Cardenales de Arizona.