El jugador de la NFL fue liberado tras breve audiencia en la Corte
Su caso de violencia familiar se suma a los de Rice, Peterson y Hardy
Viernes 19 de septiembre de 2014, p. a14
Phoenix, Arizona, 18 de septiembre.
El corredor Jonathan Dwyer, de los Cardenales de Arizona, propinó un cabezazo a su esposa después de que ella se rehusó a sus insinuaciones sexuales.
En un reporte de la policía se explicó que el jugador de la NFL le quebró la nariz a su cónyuge con el cabezazo y al día siguiente la golpeó en el rostro.
Los detalles del ataque surgieron en el reporte un día después de que Dwyer fue arrestado por cargos de agresión agravada e inhabilitado por los Cardenales de todas sus actividades.
El jugador de 25 años –en su quinta temporada en la liga– pasó la noche en prisión y tuvo una breve audiencia en la Corte antes de ser liberado este jueves.
El arresto se da en un momento en que la NFL y su comisionado, Roger Goodell, se encuentran en la mira por una serie de incidentes violentos fuera del campo que involucran a varios futbolistas estelares, entre ellos Ray Rice, Adrian Peterson y Greg Hardy.
Dwyer fue arrestado el pasado miércoles como parte de la investigación de dos altercados que sucedieron los días 21 y 22 de julio en su hogar en Phoenix, pocos días antes de que los jugadores de Cardenales se reportaran al campamento de pretemporada.
Su esposa abandonó el estado tras los incidentes, pero regresó hace una semana después que Dwyer, aparentemente, envió mensajes de texto con alusiones suicidas incluyendo una foto portando un cuchillo.
De acuerdo con la policía, en el primer incidente Dwyer trató de besar y desvestir a su esposa, pero ella se negó. Alguien que escuchó la discusión contactó a la policía y agentes acudieron al apartamento del jugador, pero no realizaron arrestos.
Dwyer se ocultó en el baño y la esposa negó que él se encontrara en casa porque el corredor había amenazado con matarse frente a ella y su pequeño hijo si reportaba la agresión a la policía, según los agentes.
Al día siguiente, Dwyer asestó un puñetazo a su esposa en el lado izquierdo del rostro, agregó el reporte. También golpeó muros y arrojó un zapato a su hijo de 17 meses, quien no sufrió lesiones.
Cuando su esposa trató de llamar a la policía, Dwyer arrojó el celular a la calle desde el segundo piso. Los testigos dijeron a las autoridades que la mujer advirtió estoy llamando a la policía
, mientras se cubría el rostro hinchado y tomaba a su hijo.