La Cámara de Diputados aprobó ayer reformas a la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, las cuales buscan reducir los precios de los ejemplares necesarios para la educación media superior obligatoria y, además, reducir la deserción escolar por falta de recursos.

Con los cambios, aprobados por 355 votos (faltaron a la sesión 145 diputados), se define que los vendedores de libros podrán aplicar cotizaciones inferiores al precio único de venta al público de los textos necesarios para el desarrollo de los planes de estudio correspondientes al bachillerato.

En un país de no lectores, explica el dictamen de la Comisión de Educación, los alumnos de nivel medio superior se enfrentan a costos elevados de libros con contenido especializado, los cuales no pueden pagar debido a lo extendido de la pobreza en el país.

Desde la tribuna, el diputado Héctor Hugo Roblero (PT) consideró prioritario reducir los costos de los libros para alumnos de preparatoria, porque de otra manera les sería imposible adquirir los textos necesarios para su instrucción.

Refirió que un reporte de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura reveló que la lectura no es un hábito entre los mexicanos, que en promedio leen casi tres libros al año, porque la gente prefiere ver televisión; pero el estudio no alude al elevado costo de éstos.

Mientras, el diputado Fernando Cuéllar (PRD) expuso que no se ha podido lograr que la lectura se constituya en una herramienta cultural y de formación, y resaltó que tanto en nivel secundaria como en educación media superior se registra el más alto índice de deserción escolar.

Entre los 15 y 18 años es la última oportunidad de los jóvenes para tener una cultura básica, universal, y por tanto, no es tema menor que los jóvenes tengan esa posibilidad de seguir estudiando, dijo.

La reforma, que fue turnada al Senado para su revisión, pretende reducir el precio de los libros y disminuir la restricción económica que enfrentan los jóvenes e indirectamente el abandono de los estudios por motivos económicos, agregó.

El panista Rodolfo Pérez Gavilán, quien presentó la iniciativa, pidió al Senado avalar la reforma lo más pronto posible para contar definitivamente con una oportunidad de contribuir a que la educación sea más barata y los libros de más fácil acceso.