Casi 30 mil visitantes varados y a habitantes hay que reponerles todo
Los principales daños, en San José del Cabo y Cabo San Lucas
Anuncia Hacienda medidas para facilitar la reconstrucción
Miércoles 17 de septiembre de 2014, p. 2
San José del Cabo, BCS, 16 de septiembre.
Sin agua, sin electricidad y perdida buena parte del turismo, la principal industria estatal, Baja California Sur resintió los embates del huracán Odile. No hubo pérdidas humanas, pero ahora tiene el imperativo de desalojar a casi 30 mil turistas varados y de atender a su población de todo a todo.
A la llegada esta tarde del presidente Enrique Peña Nieto a Los Cabos, una avioneta volcada y los añicos de todas las salas y oficinas del aeropuerto pintaban de inmediato la dimensión de los daños.
Otras estampas las encaró directamente en la desesperación y el agobio de turistas todavía en shock por la experiencia del huracán. En una de las pocas áreas en pie de la terminal aérea, un grupo de personas aguardaba desde las 7 de la mañana por el puente aéreo habilitado, sobre todo con naves oficiales.
¡Peña, un avión para Tijuana!
, le gritaba insistente entre el caos un chico de unos 10 años, quien apenas el viernes había llegado con su familia a este centro vacacional y ahora le urgía dejarlo. En esa misma condición, en inglés y español se escuchaban los llamados al mandatario.
Luego, cuando más tarde se vio con ese mismo grupo a punto ya de tomar pista para dejar por fin Los Cabos, el propio Peña Nieto recibió aclamaciones y a su vez dijo haber querido despedir personalmente al muchachito, el hijo de Inés Briseño.
La premura por evaluar, dictar medidas y tener constancia directa de la huella de Odile llevó a Peña Nieto a emprender un sobrevuelo en helicóptero de 50 minutos entre este municipio y Cabo San Lucas. La destrucción no es perceptible en caminos ni hay daños estructurales de consideración, pero ésta es sobre todo visible en la infraestructura urbana, pública, turística y de servicios.
El meteoro entró a estas tierras a las 20 horas el pasado domingo, con vientos sostenidos hasta de 205 kilómetros.
El resultado fue la afectación de la infraestructura de transmisión y distribución de electricidad: 2 mil 187 postes dañados (mil 800 de los cuales se perdieron aquí en Los Cabos) y dejó sin luz a 92 por ciento de los usuarios. Enrique Ochoa Reza, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ofreció el restablecimiento en la parte sur del estado en cuatro días y de forma total, en un mes a lo sumo.
La otra emergencia es la falta de agua. David Korenfeld, titular de la Comisión Nacional del Agua, informó que la planta desaladora de Cabo San Lucas no sufrió daños y podrá echarse a andar con plantas portátiles de electriciad para satisfacer cuanto antes 40 por ciento del consumo de la ciudad. De inmediato, además, se buscarán los mecanismos e insumos para los acueductos 1 y 2 de esta zona.
El presidente Peña fue insistente en el respaldo de la Federación para reconstruir la economía turística de Los Cabos y de inicio: brindar a la población los servicios más elementales
.
De ese modo, a través de Luis Videgaray, secretario de Hacienda, se anunciaron medidas inmediatas para permitir la deducción inmediata y al ciento por ciento del pago del impuesto sobre la renta (ISR) de todas las inversiones que lleven a cabo las empresas de Baja California Sur para la reconstrucción; diferir a tres meses el pago de IVA, ISR y cuotas obrero patronales al IMSS, y un programa con la banca de desarrollo para Mipymes vía Nafin, y para grandes empresas a través de Bancomext, así como interponer oficios para el pago expedito de los seguros.
Peña Nieto admitió en su momento la comisión de actos de rapiña, de saqueos de tiendas
a consecuencia de Odile, un poco por la desesperación
y pánico, pero que no es aceptable
, consideró.
Así y por conducto de la secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massieu –quien no tuvo a la mano los datos estadísticos de los daños a la infraestructura turística–, el gobierno anunció medidas para el restablecimiento inmediato de los servicios urbanos y de reparación de viviendas, incluso con un plan para reubicar las instaladas en zonas irregulares.
También se garantizará el funcionamiento de la red hospitalaria y se trabajará en un esquema de recuperación de la infraestructura turística
, razón casi única de la vida de esta porción de la península.