El flujo de visitantes a la exposición Las fotos de La Jornada: 30 años prosigue.

Desde el pasado 8 de septiembre y hasta el 12 de octubre la muestra se puede visitar en Las Rejas de Chapultepec, una de las galerías al aire libre más grandes de América.

Ayer, cientos de personas la recorrieron, al concluir el tradicional desfile militar por el día de la Independencia.

Fue como si se hubiera roto un dique invisible y, de forma súbita, una marejada humana se extendió por ese trayecto de Paseo de la Reforma. Una multitud que había presenciado el despliegue de las fuerzas armadas y que, una vez que concluyó, al filo de las 14 horas, paseaba por el lugar.

La selección de 120 imágenes, con la cual este diario celebra su 30 aniversario, captó la atención de la mayoría.

En familia, pareja, grupo o en solitario, se formaron conglomerados que trataban de reconocer al personaje de la imagen, recordar el hecho o la noticia que evocaba o enterarse de la situación a la que aludía.

Pocos fueron los que no advirtieron o no se interesaron por lo que esa secuencia cronológica ofrece a los visitantes sobre la historia de las tres décadas más recientes de México y el mundo.

Hacer evidente lo soterrado

Frases como ¿te acuerdas que?, yo recuerdo que, ni me acordaba y aún no había nacido eran la constante en las conversaciones espontáneas que se escuchaban en el recorrido.

Algunos espectadores daban santo y seña sobre determinada gráfica, como un padre de familia que contaba a sus hijos adolescentes su experiencia en el terremoto de 1985 o una señora que se jactaba ante su marido de haber presenciado el eclipse total de Sol del 11 julio de 1991, en el Bosque de Tlalpan.

Las imágenes en Las Rejas de Chapultepec, captó la atención de los visitantesFoto Pablo Ramos García

La reproducción de la primera plana de La Jornada dando cuenta del asesinato de Luis Donaldo Colosio, el 23 de marzo de 1994, fue una de las imágenes más concurridas. Él hubiera sido buen presidente y el país no estaría tan fregado como ahorita, comentaban dos señoras.

Otra fue la de Joaquín Guzmán Loaera, El Chapo, captada un día después de su aprehensión en Guatemala, el 9 de junio de 1993.

Una más fue la de un albañil que murió en 1987, al caer de un andamio en las Lomas de Chapultepec; su cuerpo quedó tendido entre las varillas de la construcción.

En ese maremágnum, varias personas permanecían en silencio, leían las cédulas y continuaban el recorrido. También había las que buscaban el mejor ángulo para hacer una reproducción de cuanta pieza de la muestra les gustaba, con la cámara del teléfono celular, para hacerse una selfie o fotografiar con la imagen de fondo a otro u otros.

Pocos permanecieron indiferentes ante ese mural gráfico con el que La Jornada festeja 30 años, integrado por las miradas acuciosas, oportunas y críticas de cerca de 50 fotorreporteros.

El sentido de la muestra, como indica la cédula de presentación, es hacer evidente lo soterrado, narrando visualmente tres décadas del México de arriba y del México de abajo, de los políticos en turno y de los héroes anónimos que hacen la historia, de los momentos clave en los que se resume el ejercicio del poder estatal y de la participación popular en movilizaciones y celebraciones.