Lunes 15 de septiembre de 2014, p. 8
El proyecto de la Armada de México para construir aeronaves de entrenamiento y reconocimiento, iniciado en 2000, está en terapia intensiva.
Los cinco aviones Lancair, hechos con fibra de carbono de alta tecnología, cuyos moldes fueron elaborados en Estados Unidos con la idea de que con el paso del tiempo se construyeran aquí, dejaron de operar. Oficialmente, las aeronaves están en reparación.
El hecho es que el proyecto, impulsado en los últimos meses de la administración del entonces secretario de Marina Lorenzo Franco, ya no es prioritario para la administración del almirante secretario Vidal Francisco Soberón Sanz.
En el último año del sexenio de Ernesto Zedillo, la Secretaría de Marina impulsó la construcción de aeronaves de entrenamiento y reconocimiento. El proyecto incluía una primera etapa, la cual como muchos otros proyectos quedó en el olvido por la falta de recursos y continuidad.
Era el proyecto Lancair, naves construidas con materiales de fibra de carbono de la más alta tecnología, cuyos moldes fueron elaborados en Estados Unidos, pero con la idea de que la Armada se especializara y los construyera aquí.
La primera etapa incluyó seis avionetas, entre las cuales destacaba el Lancair IV, presurizado y con tren de aterrizaje retráctil, capaz de alcanzar 360 nudos de velocidad. En abril pasado, la Secretaría de Marina informó que una nava Lancair (no precisó el modelo) se desplomó en Tampico, durante un vuelo de reconocimiento, accidente en el cual murieron el piloto y su compañero de tripulación.
En un informe oficial de la Armada se da cuenta que los Lancair Super Es (uno), Lancair Legacy 2000 (dos) y Lancair IV (dos) están fuera de servicio.