Por la maldita danza dejaste eso. Por la maldita danza dejas-te aquello, eran la frases que constantemente decía su mamá a Colombia Moya, quien desde los seis años ha entregado su vida a esta expresión, vista muchas veces con prejuicio y desdén, pero que es muy bella y sacrificada, llena de egocentrismo, y en la que las guerras, muy silenciosas, son a muerte.

Estos comentarios son de la maestra Moya, quien este domingo será reconocida por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), porque hace más de 30 años fundó el Departamento de Danza de esta institución, del cual fue jefa de 1979 a 1984.

Durante la clausura de la temporada de danza estudiantil en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario, la Dirección de Danza de la UNAM –encabezada por la maestra Angélica Kleen–, otorgará un reconocimiento y breve homenaje a Colombia Moya Moreno, por su larga y constante trayectoria en el desarrollo y difusión de esta hermosa actividad.

Poseedora de una técnica especial

Colombia Moya, guerrera contra la enajenación y la violencia a través de la danza, fue alumna de la escuela de Nellie y Gloria Campobello. Tuvo otros renombrados maestros de México y el extranjero.

Es poseedora de una técnica especial, y fue figura e intérprete de roles protagónicos en montajes de grupos como el Ballet de Danza Cotemporánea, que desapareció en los años 70.

Fue integrante fundadora del Ballet Moderno de México de Amalia Hernández (convertido en el Ballet Folklórico de México) y creadora de la Escuela de Danza Contemporánea de Cuba.

Uno de los pilares de la danza moderna, el coreógrafo mexicano José Limón, la calificó como una bailarina excelente, capaz de bailar en cualquier teatro del mundo.

En recientes años, incluso trabajó haciendo las coreografías de unas 10 producciones de cine de Hollywood, las cuales se rodaron en México. Enseñó a bailar a actores como Antonio Banderas, Catherine Zeta-Jones y Angelina Jolie.

Por la maldita danza dejaste eso. Por la maldita danza dejaste aquello, eran la frases que constantemente decía su mamá a Colombia Moya, quien desde los seis años ha entregado su vida a esta expresiónFoto cortesía de la bailarina

También hizo radio y televisión como conductora. Es largo el contar, afirma la maestra Moya, quien revela que el trabajar en el cine le permitió sobrevivir cómodamente, pero nunca tuve nombramiento alguno en el mundo de la danza oficial, que parece, siempre se hizo ciego y sordo a mi presencia.

Emprendedora y rebelde

Moya es una persona emprendedora y rebelde, que pretende, como lo asegura, luchar por el bien de la danza, no sólo en las tablas, sino con sus comentarios por los mencionados medios, y desde hace casi 15 años, por sus textos en La Jornada, en la que colabora con su columna Andanzas.

Colombia es crítica. Afirma: En la danza hay un explotación de la mujer y de los bailarines en general. Antes era terrible. Pagabas por bailar; nunca te pagaban, asegura quien desea que el bailarín tenga otro rango en la sociedad, que nos había visto antes con prejuicios.

Comparte que durante los años en lo que estuvo al frente del Departamento de Danza de la UNAM, la estructura y difusión de la danza universitaria abrió un sólido camino, no sólo para el estudiantado universitario, sino para un gran público deseoso de acercarse a esta práctica.

Recuerda los ciclos, los festivales y aquellas temporadas que se organizaban como la de Joven Danza Mexicana, hoy día sólido movimiento de muchísimos grupos y personalidades emblemáticas.

Adelanta que está preparando un libro sobre “el drama que vive esta expresión. El título será Por la maldita danza”.

La cita para el homenaje es a partir de las 18 horas en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario, en Insurgentes Sur 3000, Ciudad Universitaria.