Ceder ante fondos buitres crearía verdadera crisis, afirma la embajadora argentina
Incumplible, sentencia del juez Griesa
Otros acreedores exigirían el mismo trato y crecería la deuda externa a más de 200 mil millones de dólares
Miércoles 10 de septiembre de 2014, p. 19
Argentina tiene dinero y puede pagar su deuda, pero no aceptará la extorsión de los 47 fondos especulativos –entre ellos NML Elliott, Olifant y Aurelius– que litigan contra el gobierno del país, asentó la embajadora en México, Patricia Vaca Narvaja, en el foro Fondos buitres contra naciones soberanas, misiles financieros contra Argentina, organizado por la Casa Lamm y La Jornada.
El lunes por la noche, horas antes de que la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobara, por mayoría de votos, redactar un marco legal que regule las restructuraciones de deuda soberana, la embajadora destacó que su país seguirá la batalla contra los fondos buitres: queremos cumplir con la deuda, pero no a costa del hambre ni del desempleo de la población, ni de la destrucción económica del país; pagaremos bajo condiciones justas, equitativas, legales y sustentables
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Explicó que el asunto no es un problema económico-financiero, sino político, porque Argentina no ha tenido ni tuvo en el momento del fallo de la justicia de Estados Unidos –a la que recurrieron los bonistas que no aceptaron el canje de la deuda que llevó a cabo el gobierno argentino en 2005 y 2010– ninguna imposibilidad de pago. Ha cumplido puntualmente los pagos pactados en las restructuraciones y ha sostenido una política de desendeudamiento desde que llegó al gobierno Néstor Kirchner, que ha continuado Cristina Kirchner.
Ante el público reunido en el salón Tarkovsky de la Casa Lamm –entre éste el embajador Porfirio Muñoz Ledo; el embajador de Chile, Ricardo Núñez; el embajador de Venezuela, Hugo José García Hernández, y la embajadora de Jamaica, Sandra Grant–, la diplomática argentina comentó que los fondos buitres tienen como trasfondo utilizar la deuda soberana como una herramienta para intervenir e incidir en la política económica, social y laboral de los países. Argentina, recordó, pagó la deuda que tenía con el FMI, de 10 mil millones de dólares, para terminar con las constantes injerencias, limitaciones y condicionamientos del organismo internacional, que representa los intereses económicos de los poderosos del mundo.
Explicó que el gobierno de Cristina Kirchner ha ofrecido negociar, pero los fondos buitres buscan la especulación sin ninguna regla ni ética. Los bonos y títulos que compraron por centavos hoy los quieren cobrar en 48 millones de dólares, es decir, 2 mil 600 por ciento de ganancia, y por eso rechazan el 300 por ciento que se está pagando al 92.4 por ciento de los bonistas que aceptaron la restructuración de las deudas en 2005 y 2010. Todos los actores que se mueven atrás de estos fondos no quieren que el modelo de Argentina se expanda, pues el país no ha recurrido al endeudamiento externo; los pagos realizados los ha hecho con recursos propios. Eso es lo que no les gusta, ni perdonan, y por eso la confrontación
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Además, la sentencia del juez federal Thomas Griesa es de imposible cumplimiento porque eso significa no cumplir con nuestras leyes soberanas y aceptarlo implicaría que 92.4 por ciento de los bonistas que aceptaron la restructuración buscaran una sentencia similar, y eso sí generaría un problema de crisis económica al país, pues lo llevaría a una deuda superior a 200 mil millones de dólares
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La embajadora agradeció la solidaridad de los gobiernos latinoamericanos, premios Nobel de economía, y un centenar de académicos economistas, entre otros.
También participaron en el foro el sociólogo José Miguel Candia; José Steinsleger, colaborador de La Jornada, y Andrés Peñalosa