El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) propusieron a la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unersco, por sus siglas en inglés), que la obra de fray Bernardino de Sahagún (1499-1590) sea nombrada memoria del mundo.

El historiador y antropólogo Miguel León-Portilla informó que con el apoyo de Francisco Javier López Morales, titular de la Dirección de Patrimonio Mundial del INAH, se iniciaron los trámites para que los textos de Sahagún, entre los que figuran los códices Matritenses y Florentino, sean nombrados memoria del mundo, pues son parte esencial de la historia humana, que dan una visión de lo que pensaban los nahuas acerca de la naturaleza, del hombre y de la divinidad”.

León-Portilla hizo el anuncio durante la apertura del ciclo de conferencias llamado La Plaza Principal, su entorno y su historia que se realizó este jueves en el auditorio del Museo del Templo Mayor, donde se abordará, hasta el 4 de diciembre, el devenir de ese sitio emblemático, desde la época prehispánica hasta nuestros días.

El autor del clásico libro Visión de los vencidos (1959) dio la conferencia El templo mayor en el pensamiento nahua, en la cual se refirió a Sahagún como el padre de la antropología, porque diseñó un método de investigación que consiste en adaptarse a la manera que tenían los nahuas de comunicarse, al hablar en su lengua, y al observar y comentar los códices. También fue el descubridor de una cultura que dejó la mayor cantidad de documentos, refirió.

En su intervención, León-Portilla se apoyó en la proyección de algunos códices para explicar el significado del Templo Mayor con ayuda del historiador Francisco Morales, quien leyó, incluso, textos en náhuatl y en español.

Ante un público que abarrotó el auditorio Eduardo Matos Moctezuma del espacio museístico, el especialista en filosofía nahua aclaró que la historia sólo existe en el presente y nosotros la evocamos, la estudiamos, la investigamos. La historia viviente es la que nos da raíz, significación; pertenece a nuestro presente.

El historiador reconoció que México ha sido y es un lugar que atrae la atención, pero le pareció fatal que el Zócalo, el centro y corazón del país, se convierta en estacionamiento y en pista de hielo. “Ese centro tiene una larga historia y nos está diciendo algo, que no somos ningún gato en el mundo de la cultura, que tenemos una herencia que debemos aprovechar. Yo no soy político del PRI, ni del PAN, ni del pum, ni de nada, yo soy político de la UNAM, de ahí sí soy político, pero no grillo”.

León-Portilla afirmó que la educación es lo más importante para el país. Explicó que la educación es la formación que nos capacita para conocer quiénes somos, cuál es nuestra identidad y qué podemos hacer. Veo con gran gozo que hay muchos jóvenes; tengan confianza en ustedes.

Antes de concluir su participación, el reconocido como Leyenda Viva, por la Biblioteca del Congreso de Washington, enfatizó la necesidad de conocernos más como mexicanos: Estudiemos historia no por el pasado, sino por nuestro presente y futuro.

En el acto también estuvieron presentes el director del Museo del Templo Mayor, Carlos Javier González González, y Luis Barjau Martínez, director de Estudios Históricos del INAH.

El ciclo continuará con la conferencia Sociedad y religiosidad mexicas, que ofrecerá el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma el próximo jueves a las 18 horas.