La insuficiencia patrimonial persiste en casi la mitad de la población, indica Coneval
En 3 lustros, Oportunidades redujo la miseria rural, pero la urbana se ha incrementado, señala
Jueves 4 de septiembre de 2014, p. 23
Entre 1984 y 2014 el gobierno destinó alrededor de 210 mil millones de dólares en programas sociales para reducir la pobreza. Cada año se destinan unos 80 mil millones de pesos, según cálculos de Genaro Aguilar, del Sistema Nacional de Investigadores.
Sin embargo, la pobreza patrimonial se mantiene en casi la mitad de la población, mientras que dos de cada 10 mexicanos padecen hambre, de acuerdo con la última medición de la pobreza correspondiente a 2012 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
El programa Oportunidades, que desaparece y en su lugar se creará Prospera, tiene como antecedente el Progresa, que instauró el gobierno de Ernesto Zedillo en 1997, de acuerdo con los lineamientos del Banco Mundial, y que fue uno de los primeros planes de transferencias condicionadas que se establecieron en América Latina. Con este esquema la población beneficiaria debía acudir a los servicios de atención de salud y los niños tenían que ir a la escuela.
De acuerdo con datos del Coneval, en 1992, cuando se comenzó a medir la pobreza y al mismo tiempo se puso en marcha el programa Nacional de Solidaridad, el porcentaje de población en pobreza patrimonial era de 53.1, y en pobreza alimentaria se encontraba 21.4 por ciento de los mexicanos. La miseria se disparó en 1996, después del llamado error de diciembre
, cuando la pobreza patrimonial se elevó a 69 por ciento y la alimentaria afectó a 37.4 por ciento de la población.
Después del pico máximo a que se llegó en 1996, la pobreza comenzó descender, hasta llegar en 2006, ya con el programa Oportunidades –continuación del Progresa– se llegó al punto más bajo, con 42.9 por ciento de los mexicanos en pobreza patrimonial, 20.9 por ciento en pobreza de capacidades y 14 por ciento en pobreza alimentaria.
Sin embargo, en el sexenio de Felipe Calderón todos los tipos de pobreza se dispararon para llegar en 2012 a 52.3 por ciento de los mexicanos, es decir, más de uno de cada dos estaba en pobreza patrimonial, y 19.7 por ciento, dos de cada 10, en pobreza alimentaria.
Aunque la pobreza por ingresos ya no es la medición oficial, es con la que se puede hacer un comparativo durante al menos dos décadas.
En la evaluación de desempeño más reciente del Coneval sobre Oportunidades, menciona que a 16 años de su creación, las necesidades del país han cambiado, en parte, porque ha logrado un impacto perceptible en zonas rurales. La escolaridad mejoró notablemente, pero ha dejado de hacerlo; la pobreza rural se ha reducido pero la urbana ha crecido; y el programa ha puesto en operación nuevos componentes cuya racionalidad e impactos no se han estudiado adecuadamente
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Mencionó que en Oportunidades se debían planear y evaluar acciones complementarias que combatan eficazmente la reproducción intergeneracional de la pobreza en las áreas y grupos que muestran menos mejoras: en zonas urbanas, en mujeres jóvenes y en población en escolaridad media superior
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