La neta la gente compra aquí porque no tiene lana
Bara, bara. ¡Robado, pero no maltratado!, grito que se puede escuchar en algunos tianguisFoto Jesús Villaseca
Lunes 1º de septiembre de 2014, p. 3
Algunas pertenencias robadas a los ciudadanos se comercializan en tianguis de las colonias de mayor incidencia delictiva, como El Salado, San Felipe de Jesús, Las Torres, Santa Cruz Meyehualco, Texcoco y el Bordo de Xochiaca, los cuales se ubican en los límites del Distrito Federal y el estado de México.
Debido a la marginación y pobreza en que viven miles de ciudadanos, acuden a estos tianguis y puestos callejeros, donde pueden encontrar todo tipo de chácharas y mercancías, la mayoría de procedencia ilícita: refacciones usadas, autopartes, llantas con rines, pantallas de plasma, teléfonos celulares, artículos deportivos, lavadoras, salas, comedores, refrigeradores y autoestéreos, entre otros, que se consiguen a precios mucho más bajos que en el mercado formal.
Los comerciantes ofrecen de todo. Bara, bara. ¡Robado, pero no maltratado!
, grita un joven a todo pulmón con una cámara fotográfica profesional en las manos. Mira, carnalito, es Canón (sic) digital, con todo y lente. Mira, dame 4 mil varitos y es tuya
.
Mil pesos y te cambio el celular
Dame tu celular y mil pesos más. No hay bronca, está desbloqueado y te lo doy con la compañía que tú quieras
. Al rechazar la oferta, mira con recelo hasta que se pierde entre la gente.
Sin importar de dónde provenga la mercancía, muchos la compran.
En los tianguis de El Salado y el Bordo de Xochiaca, en Iztapalapa y Nezahualcóyotl, respectivamente, se venden tanques de gas, bóilers, bombas de agua, tazas de baño, enseres domésticos, ropa, carriolas y aparatos electrodomésticos y de línea blanca, todos de segunda mano.
En el de Santa Cruz Meyehualco se consiguen autopartes de todas las marcas de automóviles: faros, puertas, espejos, defensas, cofres, retrovisores, parabrisas y volantes.
La neta, la gente compra aquí porque no tiene lana y no le interesa si el producto es robado, de medio uso; lo que le importa es que le salga más barato y si le regatea, mejor
, dice Alfredo, El Greñas, quien comercializa televisores, relojes y minicomponentes usados. Luego de dar un trago a su caguama, sigue gritando para ofrecer sus productos.