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Vía crucis burocrático
 
Periódico La Jornada
Lunes 25 de agosto de 2014, p. 2

‘‘No hay ventanilla ni funcionario que nos atienda, a pesar de que somos más de 2 mil 800 viudas, huérfanos y demás deudos de ferrocarrileros a quienes nos traen de una oficina a otra para que nos paguen un seguro de vida al que tenían derecho nuestros esposos y por el que aportaron durante años, y ahora nos dicen que no hay dinero.’’

Expresó lo anterior una de las viudas de los ferrocarrileros, quien lleva un año tres meses de trámites para cobrar. ‘‘No sé si son 40 mil o 50 mil pesos de un seguro de vida que se estableció en un fideicomiso del Sindicato Nacional de Trabajadores Ferrocarrileros’’, dice.

‘‘Ya de plano estamos perdiendo las esperanzas de que nos atiendan. Ya fuimos a la dirección general adjunta de operación de Ferronalesjub, al sindicato, a la fiduciaria (Nacional Financiera) y nadie nos resuelve, sólo nos dicen que no hay fondos, que nos esperemos’’, agrega, en la entrevista, y señala que está ‘‘desesperada’’.

Durante años, ‘‘nuestros maridos aportaron a un fideicomiso para un seguro que nos daría una ayuda cuando ellos murieran, y ahora nos dicen que no existen esos recursos, que ese dinero ya se perdió. Ya fuimos a la Secretaría de Hacienda y a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, donde nos dijeron que no pueden hacer nada porque se trata de un fidecomiso y tiene autonomía de gestión... ¿pues qué es eso?’’, pregunta otra de las afectadas, esposa de un ferrocarrilero que trabajó en la empresa durante 23 años y que vive con una pensión de 5 mil 400 pesos.

Ambas quejosas, Concepción y Margarita, prefieren no dar sus apellidos porque ‘‘a lo mejor menos nos dan lo que nos corresponde’’. Cargan un grueso fajo de recibos de sus maridos donde demuestran los descuentos que les hicieron durante años como aportaciones a este fideicomiso. Hacen cuentas; cargan copia del contrato y señalan que al principio aportaban 22 pesos mensuales, que se convirtieron en más de 60. Tienen conocimiento que durante casi una década casi 70 mil jubilados aportaron religiosamente para este seguro de vida.

Margarita explica que hasta hace dos años, cuando un ex ferrocarrilero fallecía se solicitaba a la Comisión Nacional de Jubilados de Gestión y Enlace el pago del seguro de vida, y en un mes la fiduciaria liberaba los cheques, pero desde que argumentan que ya no hay no recursos el recuperar este derecho ha sido imposible, lamenta la viuda.

‘‘Nos dicen que hasta que Ferronales vuelva a aportar dinero habrá de vuelta cheques, porque de plano no tienen dinero.’’