Culminan jornadas en la UNAM por el primer aniversario luctuoso del escritor nigeriano
la voz africana, leitmotiv de Achebe
Sábado 23 de agosto de 2014, p. 5
El escritor nigeriano Chinua Achebe (1930-2013) fue un hombre y un autor con una profunda e importante conciencia histórica, comprometido en la lucha contra todo tipo de injusticias, sin importar dónde o quién las cometiera. Fue un auténtico humanista
, manifestó la politóloga Hilda Varela.
Durante el segundo y último día de las jornadas para recordar al escritor a un año de su fallecimiento y 50 de la aparición de su novela Arrow of God, que se llevó a cabo en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la catedrática y directora del Centro de Estudios de Asia y África de El Colegio de México –durante su conferencia magistral– explicó el complejo y violento contexto histórico, político y social que vivió el reconocido autor africano.
Ese periodo, detalló la investigadora, enmarca los años difíciles durante la colonización británica, el nacimiento de los primeros movimientos anticoloniales, la independencia de Nigeria, los amargos y violentos conflictos entre los grupos nacionalistas, la cruenta guerra civil de Biafra, las secuelas de los golpes de Estado entre 1975 y 1990, y los primeros pasos de una incipiente experiencia que pretende orientarse hacia la democracia, tan compleja y contradictoria, como es la mexicana
.
Achebe fue un hombre muy coherente y fiel a sus convicciones. En su literatura, hay mucho de su vivencia personal
.
“A la pregunta de cuál es el papel del escritor en África, él respondió diciendo: un objetivo importante es desafiar los estereotipos, los mitos y la imagen que existe en torno a los africanos y al continente, mediante la escritura de relatos, prosa, poesía y ensayos, para contar la verdad de los africanos y África.
“También decía que para él escribir era un asunto serio. Sentía que era una obligación moral. Su principal preocupación era –cuando empezó a escribir– la ausencia de ‘la voz africana’. Él deploraba y cuestionaba mucho esa falta de voz africana, toda vez que la literatura que circulaba en el continente era de autores ingleses que escribían sobre África”.
Cuando se alude a Nigeria, abundó la catedrática, “es para hablar de casos del virus del ébola, de conflictos violentos, de casos de corrupción, pero difícilmente se habla de lo que es realmente esa nación y todo el continente africano. Por ello, es de gran relevancia hablar de Achebe, quien sostenía que los africanos no eran demonios ni santos, sólo seres humanos, con todas sus contradicciones.
La de Achebe fue una vida de lucha, con triunfos y recompensas, reconocido internacionalmente, pero muchas veces incomprendido en Nigeria, donde vivió momentos muy amargos que marcaron su obra. Sin embargo, en sus escritos se aprecia un gran amor a la libertad, un compromiso con la conciencia histórica, de quienes han sido y son los nigerianos
, expresó Varela.
En el segundo día del coloquio sólo participaron mujeres: investigadoras, egresadas y estudiantes del Colegio de Letras Modernas, de la FFyL, coordinadas por Nair María Anaya.
Entre ellas, Fernanda Ramírez Reyes, Zianya Arizpe Rojo e Irene Citlalli Murillo, quienes analizaron la influencia de Achebe en las nuevas generaciones de escritores nigerianos.